No suele ser nada usual ir camino de Apolo en pleno mes de agosto. Se hace extraño. No acostumbramos a elegir ese recorrido cuando el sol aún aprieta de lo lindo en periodo vacacional. Durante el resto del año, es senda de peregrinación habitual, pero ahora no. Eso no fue impedimento para que la encantadora sala barcelonesa presentara un aspecto estupendo. La oportunidad lo valía. Había que comprobar muchas cosas, entre ellas que tipo de audiencia habría, y sobre todo saber si ese fenómeno del que ha hablado todo el mundo, tenía o no la sustancia que se había anunciado anticipadamente.
Con tan solo un disco en el mercado, su nombre ha estado muy arriba en los carteles de muchos grandes festivales europeos, en Estados Unidos son banda a vigilar con estatus de estrellas, y la de Brittany Howard es una figura que ya no pasa desapercibida. Necesitamos solamente de un par de minutos de actuación para comprobar que lo de Alabama Shakes va en serio -con el paso de los minutos ese fogonazo e impacto inicial baja un poco- . O mejor dicho, lo de esa mujer de vozarrón y maneras incontestables. Estando ella en escena, no te fijas en nada más. Ni falta que hace. Tampoco sus compañeros nos dan muchos motivos. Funcionan como buen colchón sonoro, crean la atmósfera adecuada, pero no tienen carisma escénico. Si acaso, ese rudo bajista sureño o el teclista invitado a la gira, pero poco más. Si bien, ¿A quién le importa eso cuando esa reconversión en clave moderna de Janis Joplin te avasalla cual transporte de mercancías? Destellos de rock clásico -en la parte central de su actuación sellaron pases en esa onda cincuentas-, de medios tiempos de soul sureño en los que ella sube y baja mientras modula registros en los que se siente muy cómoda, trazos de blues sin cortapisas y directo al gaznate.
“Be Mine” y “Hang Loose” tomaron la iniciativa, “Hold On” es su pieza angular, seguida de cerca por “I Found You”, quizás más intensa aún que su éxito más conocido. A falta de tener esa esperada secuela de “Boys & Girls”, es cierto que al repertorio le falta rematar con más canciones de primera, es posible que el concierto durase más de la cuenta, aunque lo que tampoco podemos obviar, es que si ella mantiene o aumenta este nivel, y el nivel de las composiciones que le acompañan, Alabama Shakes no van a tener techo.
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