Que Bersuit y El Puchero del Hortelano se tenían ganas desde hace tiempo era un secreto a voces. Que la chispa saltase con una canción como "Hay días", una de esas coincidencias caprichosas que a veces tiene la música. Y es que el océano que separa Buenos Aires de Granada, o la cumbia y el candombe del flamenco, puede ser tanta distancia como uno quiera, y lo que a muchos alejaría irremediablemente, a ellos les ha unido en forma de una de las giras con más carácter que pasan ahora por los escenarios.
Anoche fue el pistoletazo de salida de un tour que recorrerá ocho ciudades españolas en apenas once días. Fue Granada y serán Murcia, Valencia, Madrid, Santiago de Compostela, Bilbao, Zaragoza y Barcelona, aunque podrían haber sido muchas más después de ver lo bien que se lo pasaban los de encima y los de abajo del escenario. Porque si el riesgo que se corre siempre en propuestas a dos bandos está en saber dar forma a un show que respete los espacios de cada grupo. Dos perros viejos del oficio como Bersuit y El Puchero encontraron ese punto exacto en el que reunirse sin perder la identidad propia con dos conciertos, uno a medida de cada uno, dejando esa fórmula explotada de compartir músicos y entrar en el bucle del ahora tú ahora yo para otros que giran con bombín y bastón.
Los de Buenos Aires entraron a bocajarro con un peso tan pesado de su repertorio como "La soledad". Venían recién llegados de Alemania y decidieron armarse con algunos de los clásicos que les ha dado tiempo a tener en estos más de veinte años de argentinidad en pijama. Los temas de su último "La revuelta" (2012), como "Cambiar el alma" o "Santa Cecilia", se encargaron de demostrar que la sombra de Gustavo Cordera ni pesa tanto ya en la banda ni es tan alargada como muchos se pensaban. Mientras, "La bolsa", "Perro amor explota", con la colaboración de Las Rositas como artistas invitadas, o "La petisita culona," con la que sacaron a bailar al público de la primera fila, montaban la fiesta.
Más evidente sí que resulta el paso definitivo que ha dado El Puchero del Hortelano hacia el lado del rock, una frontera que una vez que se cruza es para quedarse. Ya lo habían avisado en un disco como "El tiempo de Manuel" (2010), posiblemente el más eléctrico de su carrera y en el que hablan de cambios; y lo han terminado de confirmar en directo con el cajón de Cobi (al que sustituyó por baja de enfermedad Zeque de Eskorzo y SonDeNadie), que cada vez suena más a batería. Los de Granada aprovechan esta gira para dar protagonismo a algunas joyas de sus primeros discos como De ovejas y corderos, Ochenta años o Pablito, y se recrean con otras como Ave Fénix, La quiero a morir o Quiero saber, en las que el público ya canta más fuerte que Antonio Arco.
Como comentaron los argentinos ayer fue la primera toma de contacto, el día en el que se conocieron en persona, y ya hicieron a pachas "Hay días", el brillante nuevo single que da nombre a la gira .A buen seguro que de aquí a Barcelona, última fecha, el feedback de ambas bandas les deparará buenos momentos, de día y de noche.
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