El Low Festival se celebraba este fin de semana en la Ciudad Deportiva Guillermo Amor de Benidorm (Alicante), como cada uno de los últimos cinco años. Aunque este era el séptimo año que se celebraba, los dos primeros tenían lugar en recintos peor acondicionados para eventos de esta envergadura (el Parque de L’Aigüera en Benidorm y el Puerto de Alicante).
La edición número siete del Low Festival ha quedado marcada por el alto nivel de las bandas nacionales, que han destacado en varios casos, por encima de las bandas extranjeras. Sólo bastaba fijarse mínimamente en la reacción de un público, que coreaba prácticamente todas las canciones en sus conciertos. Así ocurría, por ejemplo, en el de Izal, que hacían en el Low una excepción en el descanso que se están tomando este verano, tras haber actuado el pasado año en más de 20 festivales. Comenzaban su actuación con “Copacabana”, el adelanto de su homónimo álbum, que se publicará en septiembre. Tras su nuevo single, destacaban temas como “Qué bien, “Pánico práctico” o “Asuntos delicados”, que enloquecían a un abarrotado recinto.
Quienes también conseguían convertir al Low Festival en un gran karaoke al aire libre, sin dar un respiro, eran Supersubmarina, que se tomaron muy en serio lo de mantener al público arriba durante todo su concierto. Además del aspecto meramente musical, les acompañaba una puesta en escena en la que destacaba un diseño de luces que no dejaba indiferente a nadie. Todo esto, unido al sonido con el que contaron, los reafirmaba como una de las bandas más potentes de la escena actual. En el escenario Ron Matusalem también se daban cita algunos artistas como L.A, que impregnó al festival con su elegancia, acompañado también de un muy buen sonido y una invitada de excepción: Russian Red a la guitarra. Dorian celebraban sus 10 años y un día recordando su primera vez en este festival cuando apenas eran conocidos y Delafé y Las Flores Azules, no dieron tregua al público a dejar de bailar.
Mientras tanto, en la mayor parte de los conciertos internacionales, los asistentes únicamente se venían arriba en los puntos clave del show, en los que las bandas interpretaban los grandes hits del grupo, como ocurría por ejemplo con Peace o también The Drums, que sólo se hacían con el público en sus temas más conocidos, especialmente “Let’s go surfing” o Foals, que a pesar de ser una de las bandas más respetadas y esperadas de esta edición, únicamente desataban la locura general con “My number” y especialmente con el deseado “Spanish Sahara”. Tanto ellos como The Raveonettes destacaban, eso sí, por una gran ejecución y un magnífico sonido, ante el cual no queda otra que darles la enhorabuena y caer rendidos a sus pies.
Las excesivas temperaturas y humedad han sido los únicos inconvenientes destacables de esta edición del festival, la más calurosa de su historia, probablemente. Pero, ese calor, lejos de retener al público en sus refugios de aire acondicionado hasta tarde, no impedía que los primeros conciertos de cada día se vieran bastante animados y con un entregado público desde primera hora. Así ocurría en el escenario Ron Matusalem, con grupos como Full, quienes inauguraban el festival y, además de presentar temas de “Mi primer atraco” (su único álbum hasta la fecha), también ofrecían un adelanto de lo que formará parte de su próximo trabajo, el cual tienen pensado entrar a grabar este mismo año, repitiendo productor: Ángel Luján. Los gallegos Eladio y Los Seres Queridos era otro de los grupos que abría con soltura y mucha energía el mismo escenario, pero en esta ocasión, el sábado. Mientras que Mi Capitán y las tablas que ya les caracterizan, abrían el domingo deleitando a los valientes de primera hora con su potente directo, presentando “Drenad el Sena”.
Para varias de las bandas protagonistas de este año, no se trataba de su primer Low Festival. Era el caso, por ejemplo, de Nacho Vegas, que estuvo presente desde la primera edición en el Puerto de Alicante en 2009. Imposible no fijarse en Abraham Boba, músico de Nacho y también cantante de León Benavente, que estaba al teclado y en ocasiones también al acordeón.
Tampoco era la primera vez de Zahara, que esta vez presentaba “Santa”, su tercer trabajo y se ganaba al público con su innegable talento, pero también con el desparpajo y naturalidad que le caracteriza. Especialmente cuando, como colofón final, decidía bajar del escenario para bailar entre los asombrados asistentes “Tú me llevas”, tema con el que terminaba el concierto.
Jero Romero y su inseparable banda también repetían festival, haciendo gala de su buen gusto en un concierto en el que el propio Jero no dejaba de sonreír entre canción y canción. Temas de sus dos álbumes, como “Cabeza de León”, “Devolverte” o “El ventanal”, sonaban especialmente bien el último día de festival. Su directo nunca falla.
La Bien Querida actuaba, ya bien entrada la noche, en el mismo escenario con una cuidada puesta en escena y su característica delicadeza. Se le veía feliz, agradeciendo a Low Festival que le pusieran a esa hora. También en el escenario Ron Matusalem actuaban grupos como Los Punsetes, en el que una Ariadna Paniagua, inmóvil ante el micro, sólo se veía afectada por algunos problemas técnicos que le hicieron abandonar su papel de estatua cantante durante unos minutos. Varry Brava, que se estrenaban en Low Festival hace unos años por un concurso de bandas, tomaban posesión del escenario para dejar constancia de que son la clara definición de fiesta y buen rollo. Para los que también será difícil olvidar su concierto será para Grises, que a pesar de la incipiente lluvia que los acompañó, pocos fueron quienes los abandonaron. Corizonas se quitaban la espinita que les dejó clavada Massive Atack el año pasado cuando obligaron a parar su concierto para que nadie coincidiera con ellos y por su parte, Delorean ofrecía un show en el que quizá, se hubiera agradecido un apoyo más potente de elementos visuales para acompañarlos.
Los encargados de cerrar, también en el escenario Ron Matusalem cada día, fueron Elyella DJ’s, Buffetlibre y Ley Dj, que nunca decepcionan a los que más aguantan.
Jota de Los Planetas también estuvo presente en el festival y de hecho, en dos escenarios: con su banda Grupo de Expertos Solynieve presentado los temas de “Lucro cesante” y de trabajos anteriores y también subió al escenario en el concierto de los argentinos El mató a un policía motorizado para interpretar junto a ellos “Yoni B”.
Uno de los grupos más veteranos del cartel, Los Enemigos, con sus 30 años de formación recién cumplidos pasearon sus temas más míticos por el escenario Budweiser, antes de que, en ese mismo escenario, tomara el relevo Kasabian, quienes ofrecieron uno de los mejores conciertos que se vivieron este fin de semana en Benidorm. “Eez-Eh” sonaba a auténtico himno. Tom Meighan, Sergio Pizzorno y el resto de la banda demostraron ante un encandilado público que lo suyo era otro nivel.
Otro de los grupos más esperados era The Libertines, que cumplió las expectativas de los más fieles seguidores de Pete Doherty, Carl Bârat y su banda, quienes además hicieron alarde de una gran complicidad entre ambos. En el concierto no sólo tocaron sus temas más míticos sino que aprovecharon para estrenar algún tema del primer álbum que publicarán en 11 años. Será el 4 de septiembre bajo el nombre “Anthems for doomed youth”.
Siguiendo con las bandas internacionales, cabe destacar el concierto de Yelle, que enamoraba a los presentes con su magnetismo, mientras enseñaba coreografías al público, que no dejaba de bailar con sus ojos fijados en ella y en los dos baterías que le acompañaban. Admirable también el talento de los jovencísimos The Strypes, que se mueven entre el Rhythm and Blues británico de los años 60 como pez en el agua, a pesar de que ninguno de sus miembros llega a los 20 años.
Eran muchos los que descubrían este fin de semana en directo a otros grupos internacionales como: The Growlers, The Go! Team o quienes cerraban el escenario principal en esta edición: Reptile Youth, que ya se están haciendo asiduos a España en los últimos años.
A pesar de contar con un escenario menos que el año pasado en el recinto (esta edición no contaba con el Autobús de Red Bull), no había un segundo sin música en todo el festival debido a los escenarios de Dj’s, los de las zonas vips y por supuesto, el escenario Wiko, donde se podían descubrir a grupos entre los que destacaba el punk de Biznaga, la naturalidad de Perro, The Saurs o las ya internacionales Mourn.
Low Festival dejaba muy buen sabor de boca con esta nueva edición y se consolida aún más si cabe como una de las citas obligadas de cada verano en nuestro país.
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