En Barcelona ya no hay nadie como tú, Pablo Díaz Reixa. Gracias a la puesta de largo del tan esperado “Pop Negro” (YoungTurks-PopStock, 2010), sigue siendo verano. Por fin, llegó a la ciudad residencial de su autor, en la fecha y el lugar adecuado. No hay nada mejor para El Guincho que presentar el disco en casa pocos días antes de irse a triunfar por medio mundo (ahora le esperan Estados Unidos, Australia, Reino Unido, Japón, Vietnam). Por muchas fronteras que haya recorrido su música, tocar en Barcelona le impresiona. “Es muy bestia tocar aquí”, soltó en medio del concierto. Aun lo es más si el sitio es la Plaça dels Àngels, justo en el patio del MACBA, la cuna de la modernidad barcelonesa, en el corazón de un barrio tan multicultural como el Raval. Existe cierto paralelismo aplicable a El Guincho: música moderna con pedazos de tradiciones de distintos rincones del planeta alrededor. Su nuevo directo es en formato trío -le acompañan los extraperlos Borja (guitarra) y Aleix (bajo)-. El primero es la nueva incorporación, y aunque al principio del concierto pareció simbólica, a medida que pasaban los minutos fue ganando adeptos. Ante una plaza llena de un público variopinto, dividido entre turistas, curiosos y fans, el concierto empezó puntual con el efectivo “Kalise”: coros bien coordinados de los dos músicos y la voz andante para Pablo, acompañado de su inseparable sintetizador, sampler y batería electrónica. Pronto llegaría la sucesión de canciones extraídas de su nueva entrega, con el mismo sonido grandilocuente del disco pero con la voz de Pablo más en segundo plano: “Ghetto fácil” y el primer single, “Bombay”, con riff delirante que aun resuena en mis oídos. Lo que de verdad no me puedo quitar de la cabeza es un estribillo como “eres tú la voz, en mi habitación, eres tú la voz...” de una canción tan enorme como “Soca del eclipse”. También hubo grandes momentos con “Novias” (ya candidata a mejor canción del año) y “Fm tan sexy”, con coros invitados de una chica llamada “Chas”. Sin embargo, el poco tiempo que lleva “Pop negro” en el mercado fue el único lastre para provocar un desmadre colectivo, que sí llegó en canciones pertenecientes a “Alegranza” (XL-Discoteca Océano, 2007), disco de debut del músico canario: “Palmitos Park”, con una introducción larga, hecha a partir de repetidos loops de los sampleados aplausos; pero sobre todo “Antillas”, la última canción tras una escasa hora de concierto, fue el momento cumbre. Todo el mundo danzaba, era una festa major de ritmo, colores, alegranzas y pop negro. Mundo, prepárate, que ahí va El Guincho.
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