El Festival South Pop reivindica Sevilla
ConciertosThe Hidden Cameras

El Festival South Pop reivindica Sevilla

8 / 10
Ana S. Resalt — 27-03-2010
Empresa — Green Ufos
Sala — Teatro Alameda
Fotografía — Ana S. Resalt

La ciudad de Sevilla acoge un año más una nueva edición del festival South Pop, y ya van seis años de exitosa (e incansable) reivindicación de más música independiente para la capital andaluza. Del 25 al 28 de marzo se subieron a los escenarios de la sala Malandar primero y del Teatro Alameda después, grupos de lo más variado: Antonna , Charades, François & the Atlas, Klaus & Kinski, Sr. Chinarro, Lacrosse o Stereo Total. La segunda jornada fuerte del festival llegó también muy variada. Cerca de las ocho de la tarde inauguraban el sábado de conciertos Nitoniko, una extraña (pero no por lo original) propuesta que bebe del estilo de Astrud con la pose y voz potente de un concursante de programa musical de la tele; pop y electrónica simplona que buscan la diversión con letras sencillas y estribillos fáciles de recordar y tararear. Curioso. Exsonvaldes fueron uno de los descubrimientos más agradables del festival. Era su primera visita a España (el día anterior tocaron en Madrid) y poco sabíamos de ellos, pero lo que nos mostraron dejó buen sabor de boca: algo de folk, pop, guitarras acústicas y coros que encajaban a la perfección en melodías bonitas y pegadizas. Además, son capaces de hacer temas a capella al borde del escenario, con una guitarra, sin enchufes y sin desentonar ni un cuarto de tono. Supieron conectar con la gente con temas propios como “I know” o “Lali” y con una  gran versión del “Take on me” de A-Ha. Los Punsetes hicieron bailar mucho, como siempre, y activaron los primeros coros más o menos masivos del público. Coros que se iniciaban por voluntad propia porque ya sabemos que la frontwoman de la banda no se caracteriza precisamente por ser una gran animadora. “Tus amigos” o “Maricas” fueron lo más destacado de los madrileños. El mejor grupo del festival con diferencia fue The Hidden Cameras, por dedicación, por capacidad de disfrute por metro cuadrado y por espectáculo. Seguro que no se dejaron ni un ápice de energía para después: el personaje-cantante Joel Gibb dio brincos por el escenario sin que eso afectara su voz, los músicos cambiaron de instrumentos sin perderse en los pasos de sus mini-coreografías y su música brilló durante todo su show,  especialmente en temas como “In the NA”, “Walk on” o “Awoo”. Los dos franceses con pintas de “frikis” de Zombie-Zombie cerraron la noche con una sala medio vacía y no porque sonaran mal o fueran especialmente aburridos. Quizás hubiese hecho falta algo menos experimental para culminar un festival que tiene en su nombre la palabra “pop”. Después de todo esto, y por si alguno se quedó con ganas de más,  el South Pop cerró su sexta edición el domingo con Southern Arts Society.

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