En el mes de abril siempre hay al menos 2 certezas: ya queda menos para el verano y se celebra una nueva edición del festival Ebroclub. El conocido “sixties weekend”, celebrado en la ciudad de Miranda de Ebro y organizado por la Asociación Amigos de Rafael Izquierdo (Ebrovisión), volvió a presentarnos un cartel repleto de conciertos y actividades centradas en celebrar la cultura pop de los años 60.
Al lio; el viernes 12 se dio la salida al festival en el remozado recinto de la Fábrica de Tornillos con abundante presencia de público dispuesto a gozar con las diversas sesiones a cargo de los más reputados dj,s especialistas de la escena y los 3 conciertos programados. Comenzaron los vecinos riojanos Los Mutagénicos, en otra presencia más aquí, que calentaron al personal a base de bien con su pop enérgico a 4 bandas. Fuerza, actitud y diversión fueron las señas de identidad de su concierto.
Acto seguido y desde los Países Bajos llegaron los esperados The Mocks, baja de última hora el año pasado por problemas físicos de uno de sus miembros. Se notaba que había ganas de los neerlandeses y estos no pasaron desapercibidos, destacando más en los temas cortos y rápidos y quizá algo más dispersos nos resultaron sus temas más elaborados. Aun así, lograron destacar en la tórrida noche mirandesa.
Y con una propuesta totalmente distinta apareció en escena el enmascarado Tito Ramirez, una enciclopedia escénica de los ritmos más celebrados en las décadas de los 50 y 60. Con una puesta en escena muy cuidada nos ofreció una selección de melodías que iban desde el bogaloo, cha-cha-cha y R&B entre otros y culminó con una comunión entre el público ampliamente celebrada por este.
En la mañana del segundo día, porque este festival es un no parar, tuvo lugar la tradicional marcha motera “Scooter run”, con un clima que ya quisiera tener alguna vez la playa “mod” de Brighton. Al finalizar la misma los asistentes y vecinos disfrutaron de la ruta de pinchos en los bares colaboradores del evento mezclados con las sesiones de “alldayers” en la calle habituales.
El primer concierto del sábado fue al aire libre y estuvo protagonizado por Garbayo. El vizcaíno, ex de Los Zodiacs, y su banda ofrecieron powerpop, rock por todo lo alto y mucha actitud poderosa. Una fantástica manera de enlazar lo que se esperaba con la noche puntera del festival.
De vuelta en el recinto, nos encontramos en el escenario a Purple Hearts, supervivientes de la escena mod de 1977 y coetáneos de algunos de los más grandes de esa época. Con el bagaje que dan los años de experiencia, nos ofrecieron un show muy disfrutado por todos, con un personal conocedor de lo que tenía enfrente y lo que suponía poder disfrutarles en 2024.
Seguidamente llegó el sin duda campeón de la edición de este año. El estadounidense Eli “Paperboy” Reed llegó, convenció y destrozó caderas con su soul, donde estuvo superior, y blues, quizá algo menos destacado. Un concierto vigoroso que nos dejó a todos sudando pero muy felices, con un sonido excelente y una banda muy engrasada que le acompaña en su gira por nuestro país.
Cerraron en cuanto a bandas se refiere, pues la fiesta continuó con las sesiones “allnighters”, los mediterráneos Los Giros, con su elegancia escénica y sus ritmos garageros y beat que fueron el colofón perfecto para un festival consolidado y hecho con el cariño que caracteriza en todas sus propuestas a la Asociación Amigos de Rafael Izquierdo. ¡Salud y larga vida para ellos y a Ebroclub!
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