Si a los grupos de rock viejunos se les mide por lo que fueron, a los que acaban de nacer deberíamos puntuarles por sus versiones. Hubo más donde elegir, pero el power trío de rock and roll The Mani-Las (foto inferior y encabezado) bordaron su recreación de “Sex Beat” de The Gun Club. Jeffrey Lee Pierce, que ya se sabe que era muy suyo, hubiera aplaudido una ejecución tan contundente como fresca, como si nunca la hubiéramos oído antes. The Mani-Las no han inventado la rueda, todo lo que hacen ya lo han hecho otros antes, que ahonda principalmente en extenso terreno del rock 70s. Pero qué más da.
Maika Makovski (bajo, voz), Olaia Bloom (guitarra, voz) y Mariana Pérez (batería) vienen ya muy rodadas de proyectos anteriores. Parece que llevan toda la vida juntas en esto, pero en abril, cuando se reunieron bajo el paraguas de una conocida marca de cerveza, no sabían ni qué nombre ponerle al grupo. Quizás el secreto de su repentino éxito es que son amigas. Y se lo pasan pipa. El show manilero arrancó con las tres chicas regalando sombreros de pajas de color naranja al público y Maika dijo después que le parecía estar en Holanda. Cantó con un croissant en la boca y se puso en plan chimpancé guasón. Hasta dejó su bajo en el escenario y se mezcló con el público como una súper fan mientras Olaia y Mariana exprimían sus instrumentos. Más grupos con buen rollo, por favor.
Otro que se hace querer es Joan Colomo (foto inferior). Algunos lo esperábamos a él solo, en versión reducida y acústica, y se trajo a toda su troupe catalana, hasta siete miembros encima del escenario. Joan es todo un personaje, entrañable, surrealista y cómico, capaz de retorcer las palabras entre canción y canción, una mezcla entre Raphael, Jarvis Cocker y Muchachada Nui. Su música es como una alocada montaña rusa: sube, baja y da vueltas por lugares insospechados. Introduce ritmos latinos por aquí, electropop machacón por allá, synthpop, arreglos muy ricos y también temas más clásicos de pop (brillante “Fantasma”). Para el final dejó “Els amigos”, que fue como nos llamó a los que estábamos por allí y nos fuimos rumiando tímidamente el “parabapapa” del estribillo.
“Hoy es jueves, un día duro, pero mañana llega el viernes”, dijeron Tenpera (foto inferior). El jovencísimo grupo donostiarra tiene todas las papeletas para que su rock afilado, de carácter noise, llegue a un público mucho mayor que el que tuvieron delante. Citan a Sonic Youth y Fugazi entre sus influencias y el punk y el rock alternativo se dan de la mano en sus serpenteantes temas. Muy competentes, con unas tablas sorprendentes para su edad (tienen entre 17 y 20 años), se despidieron echando el resto en “Business” en un set cortito de apenas 7 temas. In Tenpera we trust.
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