Oasis de placer sonoro

Si había un concierto concreto que me debiera la pandemia –la gira del debut de Dollar Selmouni se vio cancelada (como muchas otras) durante la pandemia–, era el del mallorquín. Enmarcado en el cuadro multicultural del Cruïlla XXS y celebrado en el patio posterior del museo Disseny Hub de Barcelona con la torre AGBAR como telón de fondo y a una hora de la tarde propicia para generar la atmósfera perfecta para el concierto, el bolo duró una hora y media durante la cual el sol se fue poniendo dando paso a una oscuridad de lo más agradable e ideal,Dollar Selmounidesnudó su arte y su alma para un público, mayoritariamente juvenil, ávido del arte del balear.

El error más garrafal a la hora de hablar de Dollar, es considerarlo un rapero, un término que a día de hoy se ha generalizado y popularizado de tal manera que, incluso a un artista como Dollar Selmouni,que tiene de rapero lo mismo que yo de diseñador de interiores, se le aplica sin demasiado conocimiento. Sobre todo teniendo en cuenta que Dollar es un soul man, un tipo que trata al r&b como se trataba en los inicios del género, desde el amor y la pasión, desde la emoción y la sensibilidad, sin adulterar pero condimentando con el blues, el reggae, el son y el urban de manera prodigiosa y magistral demostrando que en directo, su crecimiento como artista y su humildad como persona, es exponencial.

Sonaron muchas de las maravillas pertenecientes a su ya lejano debut de 2019 titulado “Los Niños” junto a Kvinz, quien le acompañó a las bases en todo momento secundado por un guitarrista en vivo con gorra de Brujería y el doble de años que ambos juntos. Pero la noche nos tenía preparadas algunas sorpresas estelares. Como esa especie de versión que tiene de “Habana” metiéndole el estribillo de “La Flaca”, la animada aparición de Hard GZ para interpretar a dúo “Cuando cae la noche” o ese final explosivo con “Chacho” y “Pa que lo gozen”, por nombrar algunas de ellas. Pero está claro que la más inesperada de todas fue la versión que nos regaló de “El sitio de mi Recreo” de Antonio Vega, anunciando que estaría incluida en su inminente nuevo disco.

Atento, dando las gracias de manera continuada al respetable, comunicativo, pidiendo perdón a todos por la situación que nos obliga a mantenernos sentados en nuestros sitios asignados, profesional, dándole un formato y una calidad al directo impecable y reverencial, y cercano, bromeando con el tema del auto-tune que no utiliza y preguntando a la gente si lo habían conocido a partir de su aparición en La Resistencia, el concierto de Dollar Selmouni se convirtió en un oasis de placer sonoro articulado a través de la sensibilidad, la delicadeza y el virtuosismo vocal.