Puede que la música de Tindersticks no sea la más refrescante para una abrasadora tarde de julio madrileña. Sin embargo, los de Nottingham cumplieron con lo que se espera de ellos: intensidad, virtuosismo y la profunda y nocturna voz de Stuart Staples.
El grupo se encuentra en medio de una extensa gira europea presentando “The Waiting Room” (City Shang /Music As Usual, 16) un notable disco que realza si cabe las virtudes de la banda. “Second chance”, tema con el que abrieron, lo corroboró. La bella calma fue salpicada por la melodía del “Johnny Guitar”, de Peggy Lee, hasta llevarnos al clímax emocional del concierto, de “Boobar come back to me” y su creciente intensidad, a la preciosa melodía de piano de “Factory girl”. “Hey Lucinda” se mostró como uno de los temas más destacados del nuevo disco, junto con la épica “We Are Dreamers!” “Show Me Everything” encendió a un público agradecido, que no se quiso conformar con el final con melódica incluida de “A Night So Still”, y no paró de vocear hasta que el grupo volvió al escenario con la hermosa “Sometimes It Hurts”.
“Thank you for getting down here”, se limitó a decir Staples, tímido ante tan egregias recepciones. Y es que el público madrileño es exigente (dicen), pero también entusiasta.
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