Dinero, enérgicos, mágicos y eléctricos.
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Dinero, enérgicos, mágicos y eléctricos.

8 / 10
María Martín-Consuegra — 30-11-2012
Sala — Ocho y Medio Club
Fotografía — Mariano Regidor

“Ya lo he dicho, pero esta noche estoy muy tierno”, apuntaba Sean Marholm, voz y guitarra de Dinero. Y lo cierto es que el músico tenía razones para estarlo. El trío, que lleva a sus espaldas casi medio centenar de conciertos con su “Año Perro”, reparaba anoche en la sala madrileña Ocho y Medio, agotando todas las entradas en la puesta de largo de su segundo disco. Pero el sentimiento de ternura no sólo procedía de ahí, y lo descubrimos minutos después de esta declaración, de pose poco rockera, pero sí justificada. “En nuestros conciertos han pasado cosas muy raras, se han dado desde soplos en el corazón, hasta partos. Pero nunca ha pasado lo que va a pasar esta noche”, explicaba Sean. Ante la expectación de las casi mil personas que llenaban la sala, aparecía sobre el escenario un fan anónimo que, ni corto ni perezoso, y tras una declaración de amor a su chica, a la que había conocido dos años atrás en un concierto de Dinero, le pedía matrimonio. La respuesta no la conocemos, pero el susodicho saltó del escenario y corrió a besarla. Como en la pelis.

En el escenario, mientras tanto, continuaron dándole duro con temas como “Fin del mundo”, muy oportuno para las fechas de proféticos cataclismos mundiales en las que nos encontramos, “Trastorno bipolar”, “Enérgico, mágico, eléctrico” y “En Invierno”, canción emblemática del disco de debut de Dinero. Pero eso fue al final de la noche. Unas horas antes, rompían el hielo, The Noises, que de energía y velocidad tampoco andan escasos. Los madrileños ofrecieron su propuesta de pop rock de clara influencia anglosajona ante un público que no dudó en entregarse de lleno desde las primeras canciones. De la misma y heterogénea participación disfrutó Dinero, que consiguió que las primeras filas entonaran una a una todas las letras de la banda. Había ganas especiales, y quizás rabia contenida, para cantar “Mi generación”, este guiño a los Who dio paso a las réplicas de “Dime”: “Da igual como seas y lo que hagas, la única persona que tiene derecho a juzgarte eres tú mismo”, sentenciaba el frontman de Dinero. Destacó, una vez más, la contundente base rítmica de temas como “Lo mismo”, de arranque un tanto blackeysiano. Ekain (con camiseta de Led Zeppelin) no suele dar puntada sin hilo, y anoche, no iba a ser una excepción. La natural línea de bajo de Rubi marcó la tendencia de la velada en la que no pasaron por alto clásicos como “Mentiras” o “Saboreal”, ambos del primer disco homónimo de la banda. Reseñable y gratificante la evolución de un trío que ha pasado de la categoría de utópicos anónimos a la de enérgicos, mágicos y eléctricos, en tan sólo un año. Perro, pero año.

3 comentarios
  1. Estos tres tíos se salen...estribillos pegadizos, bases rítmicas brutales, reefs de guitarra vertiginosos, y unas líneas de bajo que hacen que te vibren los c@%$=s, un público que lo dio todo desde el minuto 0 al final, un SoldOut a lo grande. DINERO son puro ROCK ! Larga vida al Rock !. JHM

  2. El mejor concierto del año ... Dinero lo parten !!!!

  3. Check that off the list of things I was cosfenud about.

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