Empecemos por reconocer los hechos. Excepto los cuatro alumnos más aventajados del indie, pocos son los que habían seguido la trayectoria de Dan Bejar más allá de los The New Pornographers de Carl Newman, Neko Case y compañía. Ha tenido que ser “Kaputt”, su noveno disco, el responsable de despertar el interés de la crítica y del resto de los alumnos menos aventajados de la clase que, de repente, se han encontrado con un compositor sin directrices aparentes Para decirlo clara y llanamente, sin andarnos con rodeos, han topado con lo que se conoce como un frikazo de tomo y lomo. Un creador ajeno a reglas que no tiene reparos en aderezar el sofisticado pop de su último álbum, con pomposos arreglos de vientos que en directo todavía alcanzan un protagonismo mucho mayor que en el estudio, convirtiéndose por momentos en los auténticos protagonistas de la velada, y sepultando a un segundo plano la vertiente más electrónica del disco. El resultado sobre las tablas del Bikini provocó que la reminiscencia ochentera de su álbum (Roxy Music, 10 CC, Bowie) fuera incluso más evidente, y que en canciones como “Suicide Demo For Kara Walker” o “Savage Night At The Opera” la trompeta alterada por un modulador y un tremendo saxofonista dieran la replica perfecta a una banda concentrada en llevar a buen puerto las composiciones de su líder. Un Dan Bejar que se muestra por momentos totalmente ajeno a lo que sucede en la sala, concentrado más en ir alternando tragos de cerveza y whisky o en hacer ver que consulta sus propias letras en folios que acaban simbólicamente arrojados al suelo en un alarde de anti-estrellato total y absoluto. Y es precisamente todo ese conjunto tan poco habitual en una puesta en escena digamos lógica, unida a una perfecta ejecución de los instrumentistas, lo que hace que el concierto logre una volada importante, y salgas con la sensación de haber visto algo excepcional, pese a que hayan utilizado unos recursos musicales bastante comunes.
un poco soso el tipo, con el peazo banda llevaba se podia haber estirado un poco mas.... "0" comunicacion con el publico excepto un laconico " es la penultima" ... suerte el saxo y trompeto sino un muermo....
lo mejor se pudo comprar el vinilo, que aun no habi allegado a la ciudad