No cabe duda de que este año las actuaciones de todos los participantes en las Fiestas Demoscópicas Catalunya han tenido un fantástico nivel. Al margen de que coincidamos o no con el estilo de cada una de las formaciones participantes, sus directos han tenido una calidad que no admite desconfianzas. Podríamos empezar por el dúo Kinsale, que sorprendieron a más de uno con la facilidad con la que complementan sus voces, con la fluidez de dos registros distintos, pero que empastan perfectamente a la hora de defender un repertorio que tiene algo de folk, bastante de tradición celta, un poco de espíritu gótico e incluso un punto emo. En todo caso, Raquel Muñoz e Irene Talló defienden su “Odd Stories & Twisted Minds” sobre el escenario como los grandes, sin inmutarse, pero sacando lo mejor de si mismas. Algo parecido ocurrió con los barceloneses Conttra. Su propuesta debe mucho estilísticamente a las bandas con las que han crecido, pero incluso así saber aprovechar todas sus armas para ofrecer un directo ante el que resulta complicado mantenerse impasible. Su pop rock bailable a la británica es eficaz y vibrante, combina guitarras y sintetizadores con estribillos que no buscan sorprender, sino provocar comunión, algo que sin duda consiguen. Aunque sonaron robustos desde el minuto uno fue durante los minutos finales de su actuación cuando demostraron de lo que son capaces. De ahí que no les costase demasiado hacerse con el favor de todos los asistentes. En breve tendrán su primer álbum completo en la calle.
Tras las dos primeras actuaciones llegó la sorpresa oculta en el cartel de la noche. Se trataba de la primera oportunidad para escuchar cómo suenan sobre el escenario las nuevas canciones de Delafé, así que iba a ser una suerte de showcase corto, pero intenso. Oscar D’Aniello ha tomado prácticamente todo el protagonismo de la formación después de que Helena Miquel decidiese meses atrás bajarse del tren. Ahora bien, nunca estará solo en escena, por mucho que en su concierto demoscópico le acompañase exclusivamente su amigo Dani Acedo. Juntos presentaron cinco piezas de “La fuerza irresistible” (Warner, 16), el inminente nuevo y variado trabajo de Delafé. Recién salido de una lesión, D’Aniello necesito un par de temas para soltarse y para empezar a bailar como nos tiene acostumbrado, pero una vez lanzado ya no hubo quien le parase. El público se sumó rápidamente a la fiesta y no costó demasiado que los más aventurados se atrevieran a corear alguna de las piezas, sobre todo la que sin duda será uno de los grandes momentos de su próxima gira, “Diario de batalla”, con su adictivo sampleado de Carlos Cros. Sorprendió la variedad de este nuevo repertorio, que iba de la calma al funk más bailable. Quedan cosas por pulir de cara al nuevo directo, pero de momento lo que vimos no pintaba nada mal.
Cerraban la noche M.A.D!, trío de electrónica de Rubí que, esta vez, también tuvo que capear la noche con formato dúo al estar uno de sus miembros en otro continente durante unas semanas. De ahí que en lugar de una actuación corriente optasen por ofrecer una sesión en la que sonarían buena parte de sus canciones, dejando claro que apuestan por sonidos electrónicos con un punto añejo. Pese a su juventud, M.A.D! se acercan sobre todo al sonido house más tradición y se reconocen fans del sonido Detroit. Fue una lástima que no tuvieran más tiempo, porque el público no dejó de bailar desde el principio. Pinta que tienen bastante futuro por delante, así que atentos.
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