Para empezar, una sorpresa. Dut iban a sustituir a los inicialmente anunciados Rip Kc, un buen cambio para abrir el concierto. A continuación, con los primeros acordes firmados por las catalanas B-Violet, el público fue tomando posiciones para disfrutar de un repertorio (repasaron prácticamente la totalidad de su último trabajo, “My Reality?”) que ahora opta más por la intensidad y menos por la complejidad de sus primeros pasos. Sin alcanzar sus cotas habituales, las de Badalona se mostraron algo apocadas, con lo cual Sober –que jugaban en casa- lo tuvieron en bandeja para arrollar con unas composiciones que van puliendo personalidad y dejando atrás influencias. Con el público de su parte, tomaron la medida al escenario y se mostraron tan fuertes a la hora de presentar las nuevas composiciones (incluidas en su reciente Ep “Ôxigeno”) como al reproducir los éxitos que se recogen en el enorme “Morfología”. Sin duda, uno de los grandes nombres para el futuro del rock nacional. A continuación y con el público entrado en calor, aparecerían Deftones. Aunque gran parte de la audiencia no les conociese apenas (mil pesetas por cuatro grupos es toda una golosina), el repertorio estuvo a la altura. Es más, el show nos los descubrió en un gran momento, sin grandes montajes de por medio y con ganas de difundir su original rock de tintes metálicos. Abrieron con “Around The Fur”, para dar paso a “Be Quiet And Drive (Far Away)”, “My Own Summer (Shove It)”, “Bored”, “Digital Bath”, “Headup” o “7 Words”, que acabarían completando un brillante repaso de su carrera. Los de Chino Moreno, tres años después de su anterior visita, cargaron las tintas en las piezas de “Adrenaline”, acudiendo puntualmente a “Around The Fur” y menos a “The White Pony”, lo cual resultó ser un acierto, puesto que gran parte de la audiencia demostró no estar aún familiarizada con los nuevos temas. Esperemos que sean considerados y vuelvan lo antes posible.
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