Por quinto año consecutivo, esta vez rompiendo sus fronteras y con un cartel potente como nunca antes habíamos visto, el Sierra Sonora consigue interrumpir el letargo veraniego de Viniegra de Abajo. Consagrándose así de forma definitiva, por si aun cabía duda, como el evento estrella del valle. Una edición que no solo se ha limitado a lo musical sino en la que se ha podido gozar de una gran cantidad de actividades con muy distintos recorridos pero un fin común, la movida cultural en el medio rural.
El jueves 8 El Niño de Elche, tras la proyección de su documental “Canto Cósmico” la tarde anterior, inauguró las jornadas musicales en el escenario de la Casa Montero. Un concierto preludio de las dos excitantes jornadas que vinieron después. La tarde del viernes Mediocre Dj fue en encargado de realizar la ardua tarea de ir llenando, a ritmo de electrónica, el recinto principal del festival. Una sesión poco transitada pero, al día siguiente el Dj asturiano puedo resarcirse con otra sesión que cerró la velada del sábado. Momento en el que todo ápice de cordura había desaparecido ya entre los que ahí seguían, aferrándose al baile como si fuera lo único conocido.
Carmen Boza, toma el relevo a Mediocre Dj para dejar muy claro cual es su estilo, su sello. Un concierto cuyo formato no es muy habitual ver en festivales. Una guitarra y una estación de “loop”, a parte de su voz, es todo lo que necesita Boza para que el público vaya acercándose. Temas del estilo más progresivo, comenzando con una base instrumental que ella misma graba y reproduce en bucle mientras armonizaba con la voz. Que terminan rompiendo con melodías bailables, pero que en el algún momento rozaron lo monótono.
Carmen Boza
Entrada la noche los portugueses First Breath After Coma irrumpen en el escenario. Uno de los bolos más destacada tanto por la magnitud de los artistas como por su procedencia, siendo los primeros portugueses en tocar en el festival. Solo quienes fueron capaces de dejarse llevar consiguieron romper con la barrera de la realidad y adentrarse en el universo de los FBAC. Cada rincón del lugar se empapó de un bajo atronador que parecía golpear las entrañas combinado con unas voces que los portugueses aleaban como si de oro puro se tratara. Sumergiéndote así de cabeza, gracias también al gran trabajo de luces del equipo Fac26, en una atmósfera absorbente guiada por los sintes, el ruido y la emoción.
Todo lo que sube baja. Tras el clímax de los First Breath After Coma, la banda Venturi se ocupa de llevarnos de nuevo a tierra firme. Un concierto que gusto más a un público al uso, que se veía entregado, pero que, musicalmente, nada tenia que ver. Guitarras sencillas, versiones de populares temas como “Toro” o “Tranquilisimo”, chulería y algún desafine marcaron el paso de esta banda por el escenario del Sierra Sonora. Un año más las Tangerine Sitas Djs fueron las encargadas de cerrar esta velada con una sesión que se hizo corta para los que aún resistían.
Anna Colom
Comienza la segunda jornada de la mano de Anna Colom. No hay mejor escenario que el jardín de la casa indiana Montero para un concierto con el viaje como protagonista. Porque todo es un intercambio de ida y vuelta. Entre el sonido de los pandeiros Anna aprovecha para presentar su nuevo disco “Cayana”. Una vuelta por el mundo del folklore. Un folklore nuevo, un folklore que ya no es virgen sino que surge de la mezcla de todos esos otros influyentes en el flamenco como la guajira o una soleá que dialoga con la samba. Un concierto tranquilo, guiado por la emotiva voz de una creadora como es Anna Colom.
Kurlzz Djs, de las que ya hemos podido gozar en varias ediciones, son las encargadas de amenizar la caldereta popular organizada en Viniegra. Y quienes también tuvieron varios interludios a lo largo del día con el baile como protagonista.
Aún en la Casa Montero, ya calientes tras una prueba de sonido con gran expectación, Calequi y las Panteras toman el testigo de Colom por las misma tierras que ella ya había caminado. Sao Paolo, Medellín y México son algunos de nuestros escenarios imaginarios que la banda emula a través del calypso y otros ritmos. Una perfecta analogía entre lo clásico del pandeiro y lo futurista del keytar. A petición de la banda los primeros visitantes se dieron al baile guiando así a todos los espectadores para terminar ese concierto de sobremesa como una gran fiesta.
Calequi y las Panteras
Nos dirigimos de vuelta al recinto principal y la banda de Mr Kilombo, de quienes ya pudimos disfrutar hace tres años, irrumpe en escena. Vientos, teclados y cuerdas presentan el disco “Todo el caos”. Un concierto que modula entre la energía pura con “Cabecita loca” hasta lo más íntimo con “Sinmigo”. Son también protagonista las improvisaciones. Es de esa forma como Miki presenta a su banda, disfrutando cada instrumentista de unos compases libres para lucir su dominio. Y es también así como él abandona la escena, después del vis, sobre la base de “Reconciliarme con el amor”.
Al grito de El Niño Lord.Cah da comienzo el akelarre en la localidad de Viniegra de Abajo. Un concierto que no brilló por el sonido. Difícil a veces de entender ese rap con tanta personalidad y reivindicación . Pero todo sube progresivamente con un público caliente. Mucho ritmo y carácter, que atrajo poco a poco a más gente, van guiando el concierto hasta terminarlo con un pogo por las primeras filas que fue un dulce toque final.
Ya de madrugada la sierra explota con un concierto que para muchos fue lo más grande de lo que habían disfrutado nunca en ese lugar. Entre una eclosión de luces de colores Queralt Lahoz (foto principal) revienta el escenario con un show inigualable. Las mujeres como figura principal. Una oda al empoderamiento sin dejar atrás temas como la memoria histórica. Recordar de donde venimos de la misma forma que los espectadores recordaran ese bolo. Un sound system que creó una atmósfera inigualable enredándose entre un público efervescente. Con el tema “Aurora”, que canta a capella, del EP "Alto cielo" Queralt demuestra que lo suyo no es el playback. La fascinación del publico es tal que nadie se mueve, pero en las caras, fijas en el escenario, se intuye la emoción. Tras todo esto Queralt Lahoz se despide sin dejar de bailar.
Los DJs Bárbara Cartland y Mediocre, en ese orden, pincharon las dos últimas sesiones para quienes quedaban en la pista. El recinto estaba a punto de vaciarse cuando unas cuerdas comenzaron a sonar a la orilla del río. El cierto rumor de que Queralt Lahoz seguía cantando corrió rápido. Todos los que quedaban acudieron corriendo a la zona creándose así una especie de concierto, al que también se unió Mr. Kilombo y parte de su banda, hasta prácticamente el amanecer. Siendo esta la perfecta guinda final para una edición inmejorable del Sierra Sonora.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.