Un mar de emociones

Diez años no se cumplen todos los días y, por ello, desde el Osa do Mar prepararon el que fue su cartel más ambicioso desde esa primera edición celebrada en la zona de la playa de la Marosa de Burela. Por primera vez, con dos escenarios que acogieron la presencia de artistas y grupos de gran renombre como Ivan Ferreiro o Tanxugueiras, otros que están dando mucho que hablar como Cala Vento, Grande Amore, Mondra o The Rapants y talento emergente de la talla de Capital Voskov o Basquiat, lo que se vivió el pasado fin de semana resultó ser algo mucho más histórico de lo que sus organizadores podían pensar en un primer momento.

Una celebración que se inició con dos propuestas poco habituales en un festival. Así fue como la jornada del viernes abrió con la presentación del libro Galicia Musicalidade y la grabación de O Faiado Podcast para, a continuación, dar el pistoletazo de salida a la parte musical de la mano de Jordana B (en la foto). Sobre ellas recayó el siempre complicado papel de ser la primera actuación de este X Aniversario del Osa do Mar, pero la realidad es que encontramos a un grupo que cada vez tiene más rodado su directo. Mucho poderío, diversión, reivindicación y saber estar sobre el escenario para dejar claro que su nombre debe estar cada vez más presente en los distintos festivales de España. Cogió el testigo el rapero local Basquiat, que, si bien es cierto que pecó de una falta de rodaje propia de quien no ha pisado tantos escenarios, no es menos cierto que el hecho de jugar en casa ayudó a meter al público en su concierto.

El ambiente empezó a animarse con la presencia de Mondra. Con él, su banda y su espectacular cuerpo de baile, se pudo ver una de las mejores actuaciones que ha realizado en la gira que le está llevando a recorrer toda la geografía gallega. Con un recinto que empezaba ya a presentar pocas zonas sin gente disfrutando, las pulsaciones bajaron un poco con una de las sorpresas del festival. Yawners, posiblemente uno de los nombres más desconocidos para parte de los asistentes, desplegó un show lleno de guitarreo noventero y muy disfrutable. Y, ahora sí, en el escenario principal dio comienzo la que era la gran atracción del viernes: el concierto especial de Grande Amore y amigos. Era algo que prometía y que, al final, resultó superar todas las expectativas que cualquiera de las partes implicadas podía tener en mente. Un concierto que empezó con Nuno solo en el escenario, escenificando el proceso de crecimiento de su proyecto al ir incorporando paulatinamente a mariagrep y a Clara, y con un show que estuvo lleno de momentos únicos y absolutamente irrepetibles. Jacobo Naya (La M.O.D.A), Xamma (The Rapants), Pipiolas o Muchachito Bombo Infierno fueron algunos de esos artistas con los cuales se pudo disfrutar de dos horas absolutamente espectaculares.

A continuación, llegó el turno de Futuro Alcalde, a quien le vino muy bien recoger a un público con nivel de éxtasis tan grande, para después llegar nuevamente a la locura máxima cuando llegó el turno de The Rapants. Ambas fueron actuaciones que regalaron al público, y a la organización, algo único al tener el primero la interpretación en directo del tema “Personajes” con Grande Amore y Galician Army, y en el segundo caso poder ver a Mondra subido al escenario con la banda de Muros. El cierre de este viernes corrió a cargo de Rapariga DJ y una sesión que estuvo llena de temazos.

Si la jornada del viernes parecía difícil de superar, lo cierto es que lo que se vivió el sábado fue igual o incluso bastante mejor. Comenzó con una sesión vermú que contó con dos actuaciones que confirmaron que el público del Osa do Mar está formado por personas abiertas a descubrir y a disfrutar de la música. Empezaron las agrupaciones locales de Batuko Tabanka y Banda Krioula, para coger el estilo la fusión de Soleá Morente. Por la tarde, con acceso gratuito, llegó el turno de las actuaciones en el Barco Museo del puerto de Burela. Primero un obradoiro de redeiras, y después la presencia de Luis Fercán, Grileiras y Las Petunias. El primero consiguió generar un ambiente único con el público en silencio cuando era momento de hacerlo, pero también cantando cuando el tema lo pedía. Las segundas otorgaron el toque de tradición con sus panderetas, mientras que el último de los grupos ofreció una actuación que tuvo cierto caos, pero con que dejó a muchos de los presentes con ganas de verlas nuevamente en directo.

La noche del sábado, nuevamente en el recinto principal, volvió a ser histórica. Abrieron Tanxugueiras ante un recinto que prácticamente presentaba un lleno absoluto, y demostraron los motivos por los cuales son una de las agrupaciones del momento. El formato actual, con cuerpo de baile y un sonido mucho más potente y con momentos mucho más rockeros es un acierto absoluto. Capital Voskov fueron los siguientes. No lo tenían fácil, pues después recogían este testigo Iván Ferreiro. Pero los de Muros no se amilanaron y desplegaron todo su poderío. No sería extraño pensar que esta actuación pueda marcar un antes y un después y, quien sabe, repetir en Burela en 2025 pero ya sobre el escenario principal.

La de Iván Ferreiro era la actuación más especial para los organizadores, pues era ese artista deseo desde esa mencionada primera edición. No defraudó y, acompañado de su gran banda, el artista el de Nigrán conectó con el público en una actuación en la que no faltaron sus grandes éxitos y también los temas de su último trabajo discográfico, de forma que las lágrimas y la emoción inundaron todo el recinto. La celebración estaba llegando a su fin, pero antes tenía que poderse disfrutar de Medio Quinhon y de unos Cala Vento que pusieron patas arriba Burela. Resulta absolutamente increíble como la dupla formada por Aleix Turon y Joan Delgado pueden llegar a montar un espectáculo digno de una banda con más miembros. El broche de oro corrió a cargo de Grande Osso, en una pinchada que tuvo además una pedida de mano sobre el escenario haciendo todavía más especial este fin de fiesta.

El domingo tuvo lugar Cantiños, una celebración de acceso gratuito en la que se pudo ver sobre el escenario principal seis agrupaciones infantiles de la zona. Distintos estilos, pero una magnífica forma de dar la oportunidad a los más pequeños y, quien sabe, estar ante alguno de los nombres que puedan estar presentes en el vigésimo aniversario. Con todo esto, no resulta descabellado decir que el Osa do Mar es uno de los mejores festivales que se celebran, al menos, en el norte de España. Un evento en el que la música, la fiesta y el respeto se dan la mano haciendo que quien va por primera vez se marche de allí con ganas de repetir más veces.