La edición del festival Noites do Porto de 2024 será recordada como aquella en la que su impronta quedó marcada en la ciudad de A Coruña con su curioso concepto, más cercano a un ciclo de conciertos que a un festival tradicional. Repartido entre espacios íntimos y salas emblemáticas, su propuesta resulta tan envolvente como los espacios que lo acogen. La integración de las salas de conciertos de la ciudad es totalmente clave: desde el cálido ambiente de la Jazz Filloa, la familiaridad de la Sala Mardi Gras y la Garufa, hasta el Muelle de Batería, donde los grandes cabezas de cartel hicieron vibrar en las noches más destacadas.
El uso de estos espacios no es algo casual, es lo que convierte a Noites do Porto en una experiencia tan especial. La música aquí no se limita a sonar; te agarra del brazo, te mira a los ojos y te susurra un “te amo”. Inevitablemente tú la besas y dejas que el sudor y la euforia se apodere de todo. Tras las dos primeras noches del nuevo ciclo “Noites de Flamenco e Jazz” que llenó el Jazz Filloa de la música de Alina Bzhezhinska & Tony Kofi Dúo y Rocío Luna, llegó el turno de la actuación de La Perra Blanco en la Sala Garufa. El suyo fue uno de esos momentos irrepetibles. Con una energía que desbordaba actitud y talento, en un directo contundente que dejó al público boquiabierto. Su virtuosismo en el escenario demostró que no es solo técnica, sino también pura pasión transformada en acordes.
En la misma sala llegó otro de los platos fuertes de este festival y uno de los más esperados: Alcalá Norte. La banda, que ha ganado notoriedad de forma muy rápida, cuenta con un primer álbum que es claro candidato a disco del año. Para muestra de esto está la catarsis colectiva que se vivió en el que fue su primer concierto en sala de la gira, el cual terminaron con un “La Vida Cañón”, que repitieron en los bises con la inesperada colaboración de Grande Amore, para poner el cierre. El viernes se vivió una noche de contraste, que comenzó la presencia de Bala en la Sala INN. Las gallegas celebraban su décimo aniversario, y lo hicieron ofreciendo una de las actuaciones más potentes del festival. El dúo, en plena presentación de su nuevo disco "Besta", convirtió el escenario en una auténtica apisonadora de decibelios, acompañadas por artistas de Grima, Faul y Moura. Para quienes han seguido su trayectoria, este fue sin duda uno de sus directos más memorables.
La acción se trasladó al Muelle de Bateria donde llegó el turno de otro de los artistas principales de la edición. Delaossa ofreció una actuación en la cual se vivió una conexión prácticamente perfecta con un público entregado desde la primera canción. El malagueño consiguió esta rápida unión con sus fans apelando a su reciente desconexión de redes, para llevarlos a un recorrido musical en donde repasó sus temas más icónicos. Para el sábado quedó un fin de fiesta con marcado acento gallego y mucho olor a nuevo, pues Carlangas y Baiuca llegaban a la ciudad herculina con nueva música bajo el brazo. El primero, con su nueva etapa en compañía de Los Cubatas, demostró que con ellos no va a faltar el baile y el disfrute en cada uno de los temas.
Con Baiuca (en la foto) se vivió la confirmación de que el suyo es uno de los proyectos más solidos de la escena gallega. Tan solo un día después de estrenar su disco “Barullo” (24, Raso Estudio), se presentó en el Muelle de Batería con colaboraciones tan especiales como las del propio Carlangas, Alba Reche, Rodrigo Cuevas o Lilaina, quienes tuvieron tanto o más protagonismo como la música creada por el propio Alejandro. Con todos ellos se sintió estar viviendo una de las mayores fiestas de los últimos tiempos.
Mención aparte merece la actuación de Bernard Butler. Uno de los fundadores de Suede, consiguió, con solo dos guitarras y su inconfundible estilo, crear una atmósfera cálida y envolvente. Fue un auténtico lujo poder disfrutar de un artista de su calibre en un entorno tan cercano. La inclusión de teloneros en buena parte de los conciertos fue otro acierto del festival. Esto permitió descubrir tanto al talentoso Nestor Pardo, veterano de la escena local, como a propuestas emergentes como La Toñi o Lablackie, que demostraron estar a la altura de las expectativas. Noites do Porto ha conseguido con esta nueva edición consolidarse como una cita ineludible en la agenda musical de A Coruña, un evento donde los espacios íntimos y la calidad artística se dan la mano para ofrecer una experiencia única y envolvente para los amantes de la buena música.
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