En su quinta edición el Gibraltar Music Festival sigue fiel a su espíritu de ofrecer un festival diferente, pensado para toda la familia, donde el divertimento está garantizado para entretener a pequeños y mayores, con actividades que van desde trucos de magia hasta monólogos cómicos. Aunque, por razones evidentes, tanto el cartel como la asistencia tiene un marcado acento inglés, se consolida como un festival ecléctico y peculiar, huyendo de los eventos musicales clónicos en sus cabezas de cartel y asistentes que parecen sacados de una viral foto de Instagram, marcando así la diferencia.
La primera jornada arrancaba media hora antes del té con presencia española, la propuesta mestiza de los vecinos linenses Enkalomaos contagió de buen rollo el ambiente del escenario Gibtelecom para recibir a la banda de rock alternativo Toploader invitando a bailar al público con su hit más reconocible "Dancing in the moonlight". Ya en el escenario principal, el griterío adolescente aclamaba a lo jóvenes The Vamps, pop efectista y sin más pretensión que pasarlo bien fue lo que transmitieron durante los cuarenta y cinco minutos que duró su concierto. Desgranaron temas de su último trabajo "Wake up", alternando con algunos del anterior álbum Meet the Vamps para gozo y regocijo de su público más teenager. Mientras, en el otro extremo del Victoria s, a sus 60 años Paul Young este teen idol de los 80 despertó recuerdos de adolescencia para las señoras de pamela y lentejuelas y ya convertido en un latin lover chapurreó algo de italiano en su aclamada versión de "Senza una donna" de Zucchero, se llevó una de las grandes ovaciones de esta jornada con su clásico imperecedero Everytime you go away. No se puede decir lo mismo del grupo femenino All Saints. La falta de entusiasmo en sus coreografías sacadas de un fin de curso de colegio y el descojone generalizado que mostraban las cuatro dieron la sensación de estar presenciando más un ensayo que otra cosa. Aun así, "Never ever, Black Coffee", "One Strike", incluso la versión cursi de "Under the bridge" de Red Hot Chili Peppers que se marcaron, gozaron del favor del público. KT Tunstall fue el descubrimiento del día, pisa fuerte en el escenario, la confianza en sus gestos y en su música es notable, "Suddenly I See" resulta adorable en directo, habrá que seguirle la pista. El punto family friendly de la noche lo puso el vocalista de Travis. Momento evangelizador musical, cuando se acercó a la primera fila para explicarle a los más pequeños en qué consistía una guitarra y cómo sale música de ella. Quiso recibir el calor del público cantando "Where you stand" mientras lo subían a hombros, para finalizar a pie de escenario con la cálida "Flowers in the window" a guitarra y voz.
La presencia de de Rosario en el Gibraltar Music Festival fue un exitazo. El salero y la fuerza que sigue manteniendo la menor de los Flores sobre el escenario no dejó indiferente a nadie. Divertido su guiño british al cantar en inglés el estribillo de "Muchas Flores". El estadounidense Ne-Yo fue el encargado de cerrar el escenario principal. Sus canciones más radiadas "Work Hard Play Hard", "Time of Our Lives" y "Closer" formaron parte de un espectáculo medido al extremo donde no faltaron los efectos visuales, de luces y confeti. Aunque tanta parafernalia, ya muy vista en otros artistas, no le sirvió para tapar un show falto de originalidad.
El segundo día pegaba fuerte de calor, buscar sombra y descansar escuchando buena música en directo mientras un mojito refresque el gaznate era imperativo, y hubo suerte porque Juan Zelada presentaba su disco "Back on Track" en el escenario Seaside. Soul en cantidades industriales aderezado con toques electrónicos, hacen de su último disco una propuesta atractiva para el oído. El rock gamberro The Fratellis impregnó de vitalidad el escenario principal, su famoso "Chelsea Dagger" coreado por los centenares de asistentes mitigó algo las altas temperaturas de la tarde. El reggea y calypso rompió la dinámica de pop y rock británico del festival, Macka B trajo un trocito de Jamaica al escenario Gibtelecom, "I Don’t Like Reggae", "I Love It" fue de lo más aplaudido. A media tarde, la exuberante Heather Small, exvocalista de MPeople, se metió al público en el bolsillo con su arrolladora personalidad y su chorrazo de voz. Los temazos noventeros del house MPeople sonaron uno detrás de otro, pero "Search for the Hero", emocionó y "Moving on up "puso a bailar hasta el más despistado. Se va notando que los espectadores mas veteranos se agolpan al aproximarse la triada de viejas glorias en el escenario Gibtelecom, Los Secretos, Europe y Bryan Ferry. Los madrileños se anotaron un tanto versionar el bolero Échame a mí la culpa que popularizó el músico de ascendencia gibraltareña Albert Hammond. Temas por todos conocidos como Ojos de gata y La calle del olvido, fueron ovacionados en ambos idiomas para finalizar con su celebrado Déjame. Y llegó uno de los platos fuertes de la noche, Europe. La banda sueca llegó, tocó y venció. Siguen estando en plena forma y el tiempo no parece que pase por ellos. Entre trallazos de guitarra y posturitas varias de Joey Tempest para deleite de los fotógrafos, algunos cortes de su último disco "War of Kings", se mezclaron con los clasicazos más esperados, "Carrie", "Rock the Night" y Superstitious, con guiño incluido a Stevie Wonder. Por supuesto, con "The final countdown", finalizaron el mejor concierto de todo el festival. Bryan Ferry ejerció de gentleman. El líder de Roxy Music demostró que la veteranía es un grado y ofreció un espectáculo sin fisuras, respaldado por una numerosa banda que tocó perfectamente engrasada. Sus canciones transmiten pura elegancia, "Slave to love", "More Than This", "Don´t Stop The Dance", "Let´s Stick Together", se sucedieron en un set list que hizo las delicias de un público nostálgico pensando que cualquier pasado musical fue mejor. Relegar al segundo escenario a Europe y Bryan Ferry, para que Zara Larsson y Jess Glynne coincidieran en horario en el escenario principal, no fue entendido por muchos, pero hay que reconocer que los sonidos mainstream congregaron a número mayor de asistentes.
Zara Larsson cumple con dos requisitos indispensables para arrastrar a una legión de fans adolescentes: tiene dieciocho años y sus temas son pegadizos y sin complejidades, "Lush life y Never Forget" You, son buena muestra de ello. Además, sobre el escenario sabe lo que hace a pesar de su insultante juventud. Todo lo contrario que con Jess Glynne, que le venía grande, se mostró poco comunicativa con el público, casi parecía que quería salir corriendo de allí, su extrema timidez le jugó una mala pasada. El show de Stereophonics clausuró el escenario principal y con ello el festival para los que no quisieron seguir de fiesta con el set de djs. Los galeses ofrecieron un concierto correcto, tanto que les faltó nervio y naturalidad, pero la elección de "Dakota" para acabar fue todo un acierto.
Gibraltar Music Festival, no quiere fronteras, hace oídos sordos al “brexit” propuesto por sus paisanos de las islas y aprovechar su privilegiada posición en el Sur de Europa. El horario vespertino, el ambiente festivo para toda la familia, las sillas playeras, gastronomía, su imponente recinto frente al peñón suman una apuesta decidida por la variedad musical y de ocio, que marca la diferencia, no se lo pierdan.
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