inmovilismo funcional

Puede que haya una lista de apellidos ilustres (Dylan, Keenan, etc.) que hayan hecho una ciencia del arte de no interactuar con su publico en los escenarios, pero son aficionados al lado de Ariadna Paniagua liderando a Los Punsetes. Nada se puede objetar, ya que el estatismo hierático de la cantante es una de las señas de identidad mas importantes de la banda, más allá de su potente cancionero, llegando a marcar, y mucho, los directos. La banda llegaba para presentar el séptimo álbum de su discografía, el caustico y directo “AFDTRQHOT” (Sonido Muchacho 23), y consiguieron juntar una entrada considerable en un fin de semana con overbooking de citas de directo.

Desde que abren con “Fomo” y “Cerdos” el acrónimo del disco –“Al Final Del Túnel Resulta Que Hay Otro Túnel”- se vuelve meridianamente transparente mientras llevan esas canciones al directo, alterándolas con los viejos himnos (“Dinero 2”, la estupenda “Mabuse”) al amparo del protagonismo de las disciplinadas guitarras de Jorge García y Manu “Anntona” Sánchez. El pase fue creciendo en intensidad a medida que se desarrollaba, “Vas hablando mal de mí”, “Arsenal de excusas” y la imponente traslación del tema mas largo de su historia, “Ocultismo” (cómo hace pensar en MGMT esa canción...), y los bailes de la olla ganaron velocidad y canticos a la par.

Pero fue en el segundo acto desde que hicieron “Hola destrucción” y “Estratos geológicos”, cuando se tornó irresistible. “Dos Policías” abrió la fiesta y, de ahí en adelante, empalmaron éxitos sin descanso llegando a todo el personal con “Tu puto grupo”, “Me gusta que me pegues” o el punto y aparte que fue “España corazones”, con su estribillo inolvidable coreado mayoritariamente. Eso sí, la droga dura llegó con el final. “Tus amigos” desbordó, claro, pero “Maricas” y “Una persona sospechosa” servirían perfectamente para sellar la discusión, ridícula por otra parte, sobre el inmovilismo de la banda en sus veinte años de carrera. Funciona y muy bien.