Cuando parecía que The Kleejoss Band habían tocado techo como banda, este sábado volvieron a sorprender a viejos conocidos y a nuevas caras con una soberbia muestra de cómo ha de sonar el rock puro, sin artificios, en el siglo XXI. La presentación de su cuarto disco, “Inception”, en Las Armas se convirtió en una noche para el recuerdo, en la que cuatro músicos que se encuentran en el mejor momento de su carrera hicieron un repaso exhaustivo a lo que entienden como rock. Poco se les resiste ya: así empiezan y sorprenden con una imponente “Switch on the lights on” con sabor stoner (con unos sencillos pero muy efectivos juegos de luces), se atreven a lanzarles un órdago a Dave Grohl (“Son of a bitch”) y a Neil Young (“River Sound Unleashed”) y no se cortan en finalizar por todo lo alto con sonidos más soul (“Mulberry trees”) incluso pop (espectacular (“Farewell lone wolf”). Y todo esto por nombrar sólo lo más destacable de una actuación sin fisuras, sin altibajos, que tampoco renunció a medios tiempos y desarrollos más complejos (“Worm out and jaded”, “Shoulder of giants”), que otorgan más personalidad si cabe al cuarteto. Pero para The Kleejos Band el rock es más que un género de de música, es un estilo de vida que comparten con grandes amigos. Así es comprensible que a Luis Kleiser, Joss Mayoral, Jorge Ferrer “Coco” y a Guille Mata se les unieran para cerrar la noche otros compañeros de viaje, como su ingeniero de sonido, Rafa Guisante y los miembros de Uncle Sal, sus ilustres teloneros, para interpretar una sentida “Swingin” de Tom Petty y una electrizante “Rockin' in the free world” de Young. Por una noche, todos formamos parte de la “brotherhood” de The Kleejoss Band.
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