Viaje a los 90

Es uno de los festivales más especiales que podemos encontrar hoy en día. El Underfest Xacobeo (que cuenta con el apoyo de la Xunta de Galicia a través de Fest Galicia) reivindica el valor de las salas, apuesta por nombres de primer nivel internacional y, a la vez, siempre propone nuevas e interesantes bandas que es muy interesante descubrir. Dos de las bandas que encabezaron la última edición fueron Gigolo Aunts y Ash (en la foto). Los primeros, se despiden, los segundos, regresan con “Race The Night” (Fierce Panda, 23) su primer disco tras cinco años de silencio. Lo que los une, aparte del power-pop con guitarras estridentes y melodías maravillosas, es que comparten aquel público de aquellos noventas compuesto por adolescentes que descubrían nuevas bandas en las que creer, y que terminaría derivando en toda una generación indie. Los mismos que, durante un par de noches, pudieron viajar al pasado con algunas canciones convertidas ya en son himnos.

La noche del viernes fue el turno de Gigolo Aunts, un concierto con olor a despedida, ya que han anunciado que esta será su última gira... aunque muchos de los presentes ya estuvieron en la gira de despedida de hace unos años, así que nunca se sabe. Los norteamericanos empezaron por todo lo alto, con una primera parte del concierto en modo torrente de hits. Con ese “C'mon, C'mon” de inicio ya dejaron ver que, tras casi 45 años en los escenarios, la banda está más en forma que nunca, inaugurando un primer bloque en el que también cayeron “Half a Chance” y “Where I Find My Heaven”, con la banda luciendo muy cómoda en el escenario. El concierto fue una celebración de repertorio lleno de estupendos riffs, estribillos pegadizos y canciones que nos han hecho felices tantos años. No faltó la estupenda versión que hicieran años atrás “The Girl From Yesterday” de Nacha Pop, con el público cantando canción que ha unido, de alguna forma, a la banda con España.

El sábado llegaba al turno de Ash, la banda norirlandesa que a finales de los noventa y principios de los domiles encandiló a toda una generación que flipaba con Oasis o The Stone Roses. El concierto fue magnífico y de gran intensidad, con la audiencia disfrutando gracias a canciones como “Girl From Mars”, “Kung Fu” o “A Life Less Ordinary” en la que era la única fecha peninsular del combo. Casi hora y media que pareció un suspiro y en el que su disco más representado fue “1977” (Infectious, 96), pero donde también recuperaros piezas de su último trabajo como la propia “Race The Night” o “Braindead”. Un derroche de energía, vitalidad, sudor y una banda sonando maravillosamente bien, demostrando que al trío aún le quedan unos cuantos cartuchos, a pesar de que el año que viene cumplen treinta años sobre las tablas. En este mundo en el que las novedades parece que son lo único importante y todo es efímero y pasa tan deprisa, a veces es necesario viajar al pasado y disfrutar con canciones que forman parte de nuestras vidas y que, de paso, sirven de influencia para muchas de las bandas que ahora adoramos.