Amaia presentaba en el Cartuja Center Cite "Cuando no sé quién soy", en una hora larga en la que el público sevillano le rindió pleitesía como pocas veces ha visto la que escribe. Apareció dirigiéndose directa a su piano, con el que se mimetizó y empezó a construir su bienvenida al show, arropada en el escenario por Paula Vegas, Aleix Bou, Amaia Miranda y Miquel Sospreda.
Transitando con valentía y decisión por "Dilo sin hablar", "Quiero pero no", "El encuentro", "Yo invito", "Pesimista", "La Persona", "La vida imposible "(“de mis favoritas del nuevo disco”), se adentró también en hacer estallar "El relámpago", pero también tronaron "Nuevo verano", "Quedará en nuestra mente", "Quiero que vengas" y "Nadie podría hacerlo". Sin miedo a la experimentación, se lució con una personal versión del "Fiebre "de Bad Gyal a piano. Armada con su guitarra y loop mediante, volvió al germen y subrayó lo especial que era para ella "Un nuevo lugar", antes de contar con la complicidad de Amaia Miranda para adentrarse en su tan deliciosa "Yamaguchi", a la que enriquece aún más si cabe en directo.
El paisaje evocador de la escenografía y los juegos de color inagotables fueron la propuesta idónea para que hiciera resonar el "Santos que yo te pinte" de Los Planetas, donde demostró con creces que sabe sobrecoger como nadie haciendo suyo lo ajeno.
Tras mostrarse agradecida a su banda y al equipo humano y técnico, se despidió del auditorio hispalense en pie con La canción que no quiero cantarte, tema que previamente había tocado al piano de una forma íntima y poderosa, haciéndola convivir al final con el "Ave María" de Bisbal, reafirmando que domina los auto-retos que se impone. Retos que le permiten que siga reinando.
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