Refugio
ConciertosOur Fest

Refugio

8 / 10
Daniel Pose — 17-09-2024
Empresa — Heart Of Gold
Fecha — 14 septiembre, 2024
Sala — Expourense
Fotografía — Sergio Albert

Ourense fue, el pasado sábado 14 de septiembre, un auténtico oasis musical. La ciudad gallega se convirtió, durante ocho horas, en un lugar de encuentro para los amantes del pop rock y, sobre todo, de aquellos que adoran a bandas que sería casi un milagro (o un refugio) ver en la gran mayoría de festivales existentes hoy en día. Y es que el Our Fest supuso un auténtico soplo de aire fresco en un mundo tan poblado de carteles clónicos, ofreciendo la posibilidad de ver a bandas de “reciente” creación como Caballo Prieto Azabache o Yard Act, así como de otras con muchísimo más recorrido como Los Enemigos o Teenage Fanclub.

El siempre complicado encargo de hacer sonar los altavoces por primera vez corrió a cargo de Caballo Prieto Azabache. Aunque la banda está afincada en Madrid, lo cierto es que se puede decir que jugaban en casa, pues Quique Cruzado, su cantante, es natural de A Coruña. Esa cercanía con su localidad natal fue un punto favorable para ganarse al público allí presente, con la totalidad de las interacciones en gallego. En lo que al aspecto musical se refiere, hay que decir que el suyo fue un concierto salvado con nota muy alta. No se amilanaron ni se vinieron abajo por no sumar una gran afluencia, y hasta consiguieron salvar un pequeño fallo técnico que casi les obliga a parar. Es cierto que los puristas podrían hablar de que no son perfectos, y quizás están en lo cierto, pero… ¿para qué querer algo de matrícula cuando se tiene delante un directo tan solvente e interesante como este?

Justo lo contrario pasó con Los Enemigos, de quienes se esperaba que fuesen uno de los grandes conciertos de esta tercera edición del Our Fest... y no fue así. Desconociendo el motivo, la sensación que se tenía desde abajo es que por momentos no iban compenetrados y hasta era difícil entender la voz. Una auténtica pena, sí bien es cierto que a los fans esto no les pareció importar pues lo dieron todo al compás de los grandes éxitos de la banda. Este pequeño mal sabor de boca se quitó rápidamente con el otro grupo veterano del día, los escoceses Teenage Fanclub. Saliendo al escenario con toda la calma del mundo, no hicieron falta más que un par de canciones para que el público entrase en calor y se entregase a disfrutar con su pop inmaculado. Y es que lo suyo fue la demostración de que su nombre no es mero marketing, pues demostraron ofrecieron un sonido fresco y muy agradable de escuchar. La gran pena fue la duración (la misma para todos los grupos, hay que recalcar), ya que al sonar los últimos acordes la sensación fue de cierta desolación.

Sin embargo, bastó que Miles Kane (en la foto) empezase a interpretar “Better Than That” para comprender que el show tenía que continuar. Realmente habría sido un auténtico crimen no presenciar el espectáculo tan increíble y grandioso que el británico y su banda brindaron en la ciudad de las Burgas. Con su presencia elevaron el ritmo cardíaco de los allí presentes, dando una auténtica lección de como jugar en casa estando a miles de kilómetros de la misma. Mención para él por no parar ni un segundo, sin acusar ningún momento de bajón vocal, pero también para quienes le acompañaban, que con su nivel como banda de acompañamiento remataron el broche de oro al que fue el mejor concierto del día.

Si las pulsaciones estaban altas, con Yard Act sobre el escenario terminaron por dispararse. Lo suyo quizás pueda ser lo más sorprendente, ya que, atendiendo a su actitud, podría pensarse que se trata de una banda con años de recorrido en cientos de escenarios del mundo. Pero no: apenas dos años de currículo en su haber. Directo muy solvente, de una calidad apabullante, con tantísimos estímulos en torno a su post-punk diversificado que era imposible aburrirse y no disfrutar con ellos. Mención para el final con “The Tren Coat Museum”, interpretación con la cual la locura se desató tanto encima del escenario como en el foso, donde las cervezas volaron y unos pequeños pogos hicieron su aparición.

Tal era el nivel de locura vivido con los dos últimos conciertos, que el final de este Our Fest con Jake Bugg quedó algo descafeinado. No ayudaron los continuos parones que el de Nottingham protagonizó para cambiar su guitarra, ni el haber ofrecido un repertorio con presencia de canciones nuevas para los oyentes. Quizás él no fue consciente del punto en el que iba a tocar o del lugar donde tenía lugar el festival. Pero que no parezca que no mereció la pena la espera, pues escuchando su voz en directo se entiende porque el británico es uno de los nombres a tener en cuenta dentro del folk rock británico. Los valientes que decidieron quedarse hasta esas altas horas.

Mención especial para Isaac Pedrouzo DJ, quien se encargó de poner la música entre concierto y concierto. También de amenizar la despedida poniendo los últimos temas para que los valientes saliesen al frío del exterior con la mejor de las sensaciones. Y es que esta edición del Our Fest mereció la pena. Quizás no fue todo lo perfecta que se podría desear, pero el deseo es que sea un evento que perdure en el tiempo por lo necesario que es su presencia para una mejor salud de la industria musical en directo.

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