Venciendo a los elementos
ConciertosMuwi La Rioja Music Fest

Venciendo a los elementos

8 / 10
Eduardo Angulo — 07-09-2023
Fecha — 01 septiembre, 2023
Sala — Bodegas Franco Españolas, Logroño
Fotografía — JPEG Estudio

Edición titánica y valiente la de este MUWI de dos mil veintitrés, que arrancaba amenazada por la presencia de la temible DANA que iba estar presente a lo largo y ancho de la Península y que, desgraciadamente, se dejaría notar durante el fin de semana.

Aunque el sábado era el día marcado como el de más riesgo, todo cambió durante la jornada del viernes, primera de las tres celebradas en las Bodegas Franco-Españolas, recinto principal del festival. Y es que, una tormenta de escasa media hora, pero de virulencia desorbitada, condicionaría, absolutamente, el desarrollo del mismo. Sin embargo, la organización tuvo el aplomo y energía suficientes como para poder sacar adelante las siguientes jornadas, como veremos a continuación.

El mismo viernes, previo al “desastre meteorológico”, había habido poco tiempo para disfrutar de la música. Todo arrancaba con normalidad en el Escenario Viñas y nada hacía presagiar lo que vendría después. Panoramis, dj encargado de hacer bailar durante las transiciones entre conciertos, daba el pistoletazo de salida desde las 18:00. Tras él, Merino fueron los encargados de abrir el escenario principal. Reinaba la normalidad. Su concierto, de pop sólido, efectista y elegante, fue ganando en intensidad conforme avanzaba, curiosamente, del mismo modo a lo que lo hacían las nubes, que cada vez estaban más cerca del recinto. Se aventuraba una noche complicada, y todas las previsiones meteorológicas consultadas durante días pasados e, incluso, durante la misma jornada, parecían no valer.

Hasta que literalmente el cielo explotó, aún hubo tiempo para disfrutar del acústico de Siloé en la Nave de Los Tinos (lugar mágico para propuestas como esta, por su ubicación, en plena sala de barricas, y su maravilloso olor a vino). También a que Sweet Drinkz, referencia nacional dentro del mundo de los djs, apenas tuviese tiempo de arrancar su set dentro de la bodega. Sería entonces, cuando tras tres canciones de Quique González (quien ya reunía una buena cantidad de fieles), llegase la desgracia en forma de tormenta. La virulencia fue tal que hizo volar parte del escenario, derribó juegos de luces y acabó dañando parte de los equipos. Ninguna de las previsiones meteorológicas hacían presagiar dicha magnitud, llegando a colapsar gran parte de la ciudad y descargando sobre el recinto con toda su intensidad.

Afortunadamente (aunque hubo daños materiales e incluso personales), no hubo que lamentar grandes desgracias, más allá de la irremediable cancelación de la jornada, puesto que la situación pudo derivar en una tragedia de magnitud mucho mayor y cualquier precaución era poca. La decisión, tomada en sintonía entre producción, técnicos de las bandas, representantes de la sociedad civil y organizadores, trastocaría el devenir de la edición, pero se antojaba necesaria con el fin de salvaguardar la seguridad de todos los asistentes a MUWI.

Porque la situación fue compleja y superó todas las previsiones posibles. La incertidumbre y el susto ante la virulencia de los acontecimientos, así como el análisis de los daños, hicieron que se ralentizase la comunicación y eso provocase críticas. Dentro se trabajaba a contrarreloj para poder tomar la decisión correcta. Finalmente, los conciertos de La MODA, Siloé y Joe Crepúsculo quedaron suspendidos. También el ya tradicional cierre de jornada con Edu Anmu.

Sabemos que la organización hizo todo lo que estaba en su mano para sacar adelante, tanto el viernes, como el resto de jornadas (aspecto que señalaremos más tarde) pero no hay festival al aire libre, ni medidas preventivas que sean capaces de contener, ni soportar, tal fuerza de la naturaleza. Es un hecho que la evolución climática a la que estamos derivando hará de estos acontecimientos un hecho cada vez más frecuente, lo que aumentará, aún más, el riesgo organizativo, y quizás, complicará la propia cobertura de las aseguradoras.

Pero las consecuencias no quedaron ahí, sino que afectaron también a la jornada del sábado. En primer lugar, suspendiendo el VerMUWI y todas las actividades programadas en la Calle Laurel y alrededores. Y es que la lluvia no amainaba. Sin embargo, MUWI no se dio por vencido y la organización, tras un esfuerzo titánico por volver a la normalidad, salvar el festival, y poder arrancar la jornada, consiguió salir adelante con las actividades vespertinas en la Bodega. Por el camino, otras dos cancelaciones, los bolos de Mil Córdobas y Grises (más dramático, aún, puesto que el de Logroño era uno de los cinco conciertos de despedida que restaban a los de Zestoa). Con todo, la jornada del sábado salía adelante con una reorganización en cuanto a horarios y actuaciones.

Esta arrancaría con el “acústico” de Varry Brava en los Tinos, tras el cual llegaría uno de los momentos más esperados del festival. Era el momento de Iván Ferreiro, un Iván que no defraudó y que, siendo partícipe de lo sucedido la jornada anterior (pues ya se encontraba en Logroño), recalcó el esfuerzo de técnicos y organización por salir adelante. También tuvo un momento para acordarse de todas las bandas y artistas que habían tenido que suspender sus actuaciones durante las jornadas. Sin duda un detalle que humanizó su puesta en escena. Sonaron canciones de su pasado Piratas, además de temas de su nuevo disco, “Trinchera Pop”, junto con clásicos como "Años 80" o "Turnedo". Una actuación impecable, cercana y cariñosa con su público y, además, de gran calidad sonora, que demostraba el porqué de su estatus dentro del panorama nacional. Recalcar en este punto la dificultad con la que se encontraron todas las bandas que actuaron el sábado, un sábado en el que fue imposible realizar las pruebas de sonido ya que, como hemos mencionado anteriormente, la lluvia no paró hasta bien entrada la tarde.

Los Invaders tomaron el relevo convirtiéndose en otros de los grandes triunfadores de esta edición siendo, para muchos, la gran sorpresa. Su propuesta, fresca y enérgica, puso en danza a todo el recinto y, conforme avanzaba la actuación, su sonido mejoró sustancialmente. "Wrong is Right", "Mr. Robot" o "Lady Goodman", fueron algunos de los temas que sonaron, además de otros nuevos (como su incipiente single, que verá pronto la luz), y de varias versiones de temas, como el "Puto" de Molotov, u otros clásicos electrónicos atemporales, como el "Rockafeller Skank" de Fatboy Slim. Por momentos la bodega se transformaba en una rave. Como ellos mismos señalaron, su directo se convertía en una especie de dj set, aunando a la perfección el rock y la electrónica. Recordaron a los primitivos We Are Standard, banda muy querida en la ciudad. Y es que los valencianos, como hicieron los de Getxo en su momento, fueron capaces de dejar su huella en un MUWI que necesitaba un bolo de esa intensidad después de las situaciones vividas durante el fin de semana.

Tras ellos, Varry Brava, quizás una marcha por debajo de los anteriores, y a los que se les achacó falta de intensidad en su puesta en escena. Para finalizar la noche tomaría el relevo David Van Bylen, otro de los clásicos del festival, que cerraría la jornada del sábado con energía y solvencia.

En el apartado djs, destacar también las celebradas sesiones de Espada y Jotapop en la nave de barricas, así como las geniales transiciones entre conciertos de César Gallard en el Escenario Viñas.

La vuelta a la normalidad llevó en volandas a MUWI hasta su última jornada. Como cada año, el domingo se celebra MUWI Sunday, día festivo y familiar y, además, solidario, pues la recaudación está destinada a APIR (Asociación Pro-Infancia Riojana). Un día en el que brilla con fuerza el maridaje entre gastronomía y música, una de las señas de identidad del festival. Además, las actividades son variadísimas y para todos los públicos, desde talleres de baile a actividades para los más pequeños como pintacaras, shows musicales... Fue un día de celebración y confraternización que serviría para dejar atrás los sinsabores anteriores y en el que quedó demostrada la solvencia de la organización para salir a flote con garantías.

Como cada año, MUWI Sunday dejó clara la apuesta del festival por las nuevas generaciones, quedando patente en los shows de Little Niño, Pin Pan Pum Disco y con el concierto de la Amadeus Muwi Band. Amadeus, escuela dirigida por algunos de los músicos más destacados del panorama local (Diego Continente y Germán Ruiz-Alejos, ambos de Messura, o Pablo Magariños, batería de bandas como Mutagénicos o Rusos Blancos), es una de las canteras musicales logroñesas y sus alumnos actúan, año tras año, mostrando que hay relevo generacional.

Y es que el ecléctico domingo siempre se convierte en una fiesta, más aún con la presencia de La Cosecha Mestizaje Band (banda local que mezcla rock, reggae, ska…), con el vertiginoso bolo de Los Flamingos (que demostraron su alto nivel musical en un horario que, aunque quizás no es su hábitat natural, consiguieron salvar con eficiencia), y con los Tiki Phantoms, traca final de los conciertos del escenario principal. Los navarros, aunando espectáculo y calidad, pusieron el broche de oro a los conciertos del escenario principal, con unos “muwiers” que, en absoluta comunión y contagiados por su energía, acabaron realizando una conga multitudinaria, cerrando los conciertos de una edición del festival que será recordado por la virulencia e incertidumbre propiciada por las inclemencias meteorológicas y su repercusión en el desarrollo, así como la capacidad del mismo para su regeneración y superación de las adversidades.

Durante la jornada también hubo tiempo de bailar al ritmo de Van Bylen, Edu Anmu (en su versión PopRockers! en homenaje al ya mítico y desaparecido Menhir) y Guatecón, otro de los must de cada edición, con su propuesta swing y ecléctica, que se encarga de cerrar las ediciones de cada año.

Pero MUWI no es sólo bodega, sino que en su jornada inaugural, traslada su actividad al centro neurálgico de la ciudad. Así, la muralla del Revellín da el pistoletazo de salida cada jueves, acercando el festival a todos los ciudadanos. Impacto Vudú, Lady Banana y Kokoshca serían los primeros en actuar, llenando de color y vida una de las zonas más emblemáticas de la capital riojana. Destacar la actuación de estos últimos, y es que los navarros son, sin duda, uno de los atractivos actuales del panorama musical. Sonaron temas de su último ep, “Nuestro Futuro” (Chubi Chubi, Futuro), también con momentos emocionantes como el de Asia (y su homenaje a Iñaki Ochoa, muy disfrutado por la gente de Pamplona que se había acercado a verlos), y otros en los que sonaron los ya clásicos "No volveré", "Jon y yo", o "La Fuerza". El cierre llegaría con el coreado "Himno de España". Emocionante fue escuchar en Logroño "Las Chicas", de su disco "El Mal", tema cedido por los locales Espanto. Durante las transiciones, así como al final de los conciertos, las Tangerine Sistas, uno de los dúos más activos y destacados de la ciudad y la zona norte del país, fueron las encargadas de marcar el ritmo.

Mención para el Maldeamores, sala que, año a año, sirve como colofón a los conciertos, convirtiéndose en el último escenario al que acudir. Lazy Sunday, Ipu dj y Tempranillo fueron los djs encargados de cerrar cada una de las jornadas, siendo el colofón perfecto a cada noche y sirviendo, además, como magnífico reducto para los más trasnochadores.

Para terminar, importante destacar las decisiones tomadas por la organización en relación a los problemas causados por el temporal. Y es que, aunque las condiciones de venta no lo contemplaban, el esfuerzo por compensar al muwier ha quedado demostrado con las decisiones tomadas. De tal manera, aquellos que compraron las entradas para el viernes tienen dos opciones, pudiendo optar por la devolución total de la compra o por el cambio por el abono completo para la edición de 2024. Por otro lado, aquellos que tenían abono y deseen una contraprestación, pueden recibir un 45% del mismo, procediendo a su devolución del mismo modo que con las entradas de día (desde la plataforma del banco que gestionó la venta, Ibercaja, desde el 6 al 16 de septiembre). Un movimiento que muestra, de manera clara, la disposición de la organización en relación a solventar los problemas derivados de la violenta tormenta del viernes.

Porque el festival se encarga de demostrar, año tras año, que es algo más que un evento musical. Es música, vino, gastronomía, talleres, un market espectacular, y mucho mimo en cada una de sus propuestas. Porque MUWI, año tras año, es más familia.

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