Crema de los noventa

El tiempo parece que no pasa hasta que pasa para siempre o se queda con nosotros. Se detiene, se expande o se minimiza. Se huele, se paladea, suena en nuestras cabezas. Eso fue lo que sentimos el viernes 21 en el concierto de Australian Blonde, la banda sonora de nuestro biopic eterno y adolescente, el chup chup de nuestra olla a presión.

Francisco Nixon como Pepito Grillo, Paco Loco como Murdock, Paco Martínez con Thor indie y Pablo Errea como sorpresa en su variante “wilconiana” vocalista., hicieron un viaje en el tiempo mientras nos faltó espacio para recordar, mientras bailábamos, que en los noventa todo tenía el color de un videoclip de la MTV (cuando la MTV era la MTV y no lo de ahora) y vestíamos más raro. Y lo hicieron con las alforjas repletas de melodías de ayer, hoy y para siempre, sin coartadas generacionales, ni trucos nostálgicos, solo con la técnica y el nervio, con las solvencia que dan las tablas y la determinación que otorga un repertorio (casi) sin fisuras.

Canciones eternas como “Cosmic”, nuevos amigos en el camino como “You kill me” (primer single del disco homónimo que acaban de sacar) y armonías fundacionales como las de “Seaside” fueron desgranándose sin pausa mientras disfrutábamos de momentos de merecida euforia como cuando se desparramaron con “Cool Dive”, con su estribillo mántrico y su riff indestructible. Crema de los noventa, bien preparada, nutritiva, con retrosabores amargos y ganas de postre. Por eso al final nos dieron lo que todos esperábamos: el bis del “Chup chup” y la estocada de “I want you”. Luego nos fuimos a buscar un bar porque dicen que el Kronen lo han chapado.