Música e intimidad en un claro del bosque
ConciertosCoque Malla

Música e intimidad en un claro del bosque

7 / 10
Jaime Oriz — 29-09-2020
Fecha — 25 septiembre, 2020
Fotografía — Jaime Oriz

Tan importante resulta hablar del concierto de Coque Malla en Mozota en su aspecto musical como en todo su logística y en lo que conlleva organizar un evento cultural en estos tiempos complicados para el sector. El Bosque Sonoro es un ciclo de conciertos que se realiza en el claro de un bosque de la localidad zaragozana y que se ha erigido como toda una declaración de principios: se pueden crear conciertos de forma segura para dar aire a un sector que está prácticamente agonizando. Y desde ese punto de vista, ninguna pega se le podrá poner. El recinto es tan bonito como práctico y espacioso y la distancia de seguridad se puede cumplir sin problemas. Si se quiere, el sector se puede poner en marcha; ahora la pelota está en el tejado de otras personas.

Seguramente para la mayoría del público era el primer concierto que disfrutaba en casi medio año y era palpable la sensación de ser un evento especial. Aún así, Coque Malla ya posee una buena base de fans ansiosos de poder volver a disfrutar de sus canciones. Y eso fue lo que ofreció. En hora y media repasó algunos de sus temas más reconocidos con un formato totalmente íntimo: él con su guitarra tan solo acompañado de su teclista David Lads.

Con la seguridad y tablas de un artista que lleva más de 30 años de carrera a sus espaldas, el antiguo líder de Los Ronaldos reinterpretó canciones de casi todas sus etapas (quizá la más abandonada, sus comienzos en solitario) dotándolas de un sonido tan cercano al Dylan acústico, como al rock de los Stones y al pop español. Las incursiones a su último trabajo, “¿Revolución?” ya son recibidas con entusiasmo (“Solo queda la música”, “Lazo rojo, un agujero”, “El gran viaje a ninguna parte”) y no se resintieron comparadas con algunas de las canciones más inspiradas que ha compuesto en sus últimos trabajos (la coreada “Berlín”, la misteriosa “La carta” o la irresistible “El último hombre en la tierra”). Como es habitual, de la primera época de Los Ronaldos recurrió a la siempre infalible “Guardalo” y para el final regaló la esperada “No puedo vivir sin ti”, para regocijo de las 600 personas que llenaron el bosque de Mozota. “Me dejó marchar” cerró una noche memorable que ojalá sirva como ejemplo de que la cultura es segura. Y siempre necesaria.

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