En estos momentos que nos ha tocado vivir, todo está en continuo cambio, es efímero y frágil... ¿Quién diría que en la última edición que se celebró de este festival en 2019, sería la última en que se pudiera gozar de la presencia en vida de su ideólogo Andrew Weatherall, una de las figuras más importantes que ha dado la música electrónica en las últimas décadas? o ¿Que pasaríamos por una pandemia mundial?
Ahora en 2022, es la hora de recuperar el tiempo robado al estar todo parado durante dos años. Aunque ese tiempo nunca podrá ser igual. ¿Podría el Festival de Convenanza, sobrevivir sin su creador? Esta y otras incógnitas se planteaban ante esta edición. Pero vayamos por partes:
Viernes 24 de septiembre
David Holmes, institución de la música electrónica, que el propio Weatherall alentó, fue el elegido para hacer de maestro de ceremonias del festival. Un papel que Andrew realizaba al abrir el festival los dos días a primera hora y donde mostraba el cofre de los tesoros con las canciones seleccionadas de su programa de radio “Music is not for everyone” de la emisora online NTS, justo dónde Holmes también tiene otro selecto espacio con el nombre de “God's waiting room w”. Pero la sesión que hizo el de Belfast, se movió por otros derroteros más rítmicos, más accesibles, repitiendo algunos temas que había pinchado la noche anterior en la presentación del festival en Le Bar à Vins de Carcassonne. Mostró que sigue en buena forma, controlando perfectamente el flujo de la sesión, consiguiendo momentos vibrantes, pero se esperaba que una figura como él abriría la caja de Pandora de las canciones que solo unos elegidos conocen, liberando ese conocimiento para todos. Lo que no sabíamos que ese no era el momento y que se los guardaba para el día siguiente.
El primer “live” vino de la mano de the Utopia Strong, curioso trío británico que cabalga entre parajes ambientales, melodías planeadoras estimulantes de krautrock y psicodelia. Como curiosidad diremos que la banda tiene como miembro a Steve Davis, leyenda en su país por ser seis veces campeón del mundo de Snooker (modalidad de billar) y que muestra su faceta de apasionado de la música y amante de estrujar notas de su sintetizador modular. Los otros dos miembros son Kavus Torabi de Cardiacs, Gong… y Michael J. York de Coil. En el escenario crean una atmósfera hipnótica que te atrapa y que fluye en un viaje por varios espectros dimensionales que sólo la anunciada lluvia consiguió parar cuando se presentó en forma de tromba de agua y provocó el miedo de que os miembros del grupo se electrocutaran con la que estaba cayendo. La estampa de ver a Davis tocando debajo de un paraguas fue una de las imágenes imborrables del festival.
A partir de ese momento cayó un aguacero de unos 50 minutos que detuvo el festival con todos los asistentes buscando refugio entre los recovecos de los muros del castillo. Por desgracia, no pudieron tocar Escape-ism uno de los grupos en el que se esconde Ian Svenonious (The Nation of Ulysses, The Make-Up, Chain and The Gang entre otros), animal escénico y catalizador de la esencia del Rocknroll más salvaje. Toda una lástima porque sin lugar a dudas hubiera incendiado el festival al estilo Bonzo.
Cuando apareció Sean Johnston, el sol salió metafóricamente hablando e hizo que la lluvia cesara. Tuvo que amoldarse al momento que necesitaba el festival y, tras la bajona de la lluvia, salió feroz, imprimiendo más bpm’s de los que estábamos acostumbrados en sus sesiones con A.L.F.O.S, cuando hacía dupla con Weatherall y estas no pasaban de los 118 bpm’s y todo se convertía en un viaje cocinado a fuego lento. Pero este era otro momento, otra batalla, y Sean tiró para la pista de baile con un set dinámico y juguetón donde el tiempo pasó como un suspiro, recuperando algún clásico del house, como Funkatarium - Field of dreams remix de Jump, o un remix que pinchaba AW en los 90 como un remix de No Memory de Scarlet Fantastic a o temas más contemporáneos como "The Difference It Makes (Superpitcher Remix)" de The MFA.
En la jornada del viernes la lluvia perjudicó al ritmo y al flujo del festival, pero no pudo con la esencia de Convenanza que consiste en escuchar buena y estimulante música.
Sábado 25 de septiembre
En el inicio de la velada del sábado, David Holmes cubrió todas las expectativas que se esperaban de una leyenda como la suya, con una sesión fina, elegante, con sorpresas eclécticas donde se escucharon, ritmos funk, tribales, homenajes a The Guv’nor pinchando su remix de “Give Me Some Love” de Love Corporation, o poniendo algunos de los fantásticos temas que ha producido recientemente como el remix de Hardway Bros que ha hecho de su canción “It's Over If We Run Out Of Love”, o moviéndose también por rítmos muy bailables como el rework de Erol Alkan de “Turn of the screw “de Unloved. El resultado final fue una buena sesión disfrutona y que dejó muy buen sabor de boca entre los asistentes.
A Holmes, le siguió Glok. Proyecto más electrónico de Andy Bell, guitarra de la banda shoegaze Ride y con un amplio currículum en otras bandas como Hurricane #1, Oasis o Beady Eye. Con dos discos en su haber, los directos de Bell, cabalgan entre parajes y senderos ambient, krautrock, ritmos techno o momentos más soleados estilo Balearic que los mezcla con algún sonido más oscuro, como el de las bandas sonoras de John Carpenter. Las notas de su guitarra son el nexo en común entre estos territorios a explora. A veces más inocuos u otros más densos o espaciales. La cara electrónica de Andy Bell resulta ser estimulante y con ideas nuevas a aportar.
Pero la revelación del festival llegó de la mano del directo de Decius, un supercombo integrado por miembros de Fat White Family: Lias Saoudi, Paranoid London: Quinn Whalley y de Trashmouth Records: Luke y Liam. Disponen de varios Ep’s publicados y están en un punto álgido. Su actuación fue electrizante, con buenas dosis de acid house añejo, cajas de ritmo sucias, ritmos rotos que quiebran las caderas y que hicieron que el público asistente no dejara de moverse en toda su actuación, como si tuviera muelles en sus articulaciones. Mención especial a la bestia parda del frontman y cantante Lias Saoudi que no paró de subir y bajar del escenario y por su tremendo outfit de shorts cortos negros con camiseta de rejilla.
Esperemos que algún promotor avispado, los lleve pronto a tocar a nuestro país
El broche final del festival vino de las manos de Manfredas, cuya relación con Weatherall venía de lejos con varios B2b que habían hecho conjuntamente en el pasado y que ha recuperado en la actualidad, pero con otro conocido de Andrew: Ivan Smagghe. Los sets del Dj de Vilnius son como tener boletos para una tómbola de feria: “Siempre toca!. Un pito o una pelota” porque acostumbra a aportar buenos temas y sensaciones, pero a veces hasta toca el premio gordo y el hombre se sale de órbita como fue en este caso. Vestido e inmaculado de riguroso blanco con su bigote de jugador de basketball de los 80, el lituano se mostró ágil, pasando por diferentes estilos como define el mismo: cold-wave-chug, electro-chug, and neo-trance y mezclando con acierto ciertas joyas que fue dejando caer como “Figures”de Absolute Body Control.
La noche del sábado estuvo entre una de las mejores que se recuerdan del festival y aquí viene el quid de la cuestión: ¿Puede un festival sobrevivir a la muerte de su creador sin perder y más si estamos hablando de Andrew Weatherall? La respuesta en este caso es un sí rotundo. Substituirlo es tarea imposible, pero lo que se puede hacer es mantener su esencia, sus enseñanzas e indagar en todo el universo musical que creó y ver cómo ha influenciado a la música electrónica. Además s nos ceñimos a lo que es estrictamente musical, “The Guv’nor” consiguió crear una familia, los #weatherallistas, apasionados de la música y agradecidos por todas las enseñanzas recibidas por él, que son parte muy importante del festival de Convenanza y le da sentido. El legado sigue vivo y Weatherall seguro que estaría muy orgulloso de su familia.
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