COLDCUT

Ante un público de raperos post-adolescentes y clubers veteranos, Coldcut nos recordaron que son de los pocos proyectos electrónicos que pueden decir lo de “piensa mientras bailas” y no morirse de vergüenza acto seguido. El problema es que ese eslogan nació en los años noventa, justo la década en la que el dúo (secundado por dos machacas y el MC Juice Aleem) parece haberse quedado para los restos. La música sigue siendo tan estimulante como entonces, y sus legendarios montajes de vídeo también, pero no aportan nada nuevo al espectador avisado que se agenció “Let Us Play” en su día. Entre los momentos más divertidos cabe citar el bailoteo del príncipe Carlos en pantalla, la aparición estelar, video mediante, de Roots Manuva y las exhibiciones de destreza en el uso de los platos y el sampler (también retransmitidos puntualmente a partir de microcámaras de video), pero el hecho de que la canción más aplaudida de la noche fuese “Timber”, o de que el único sonido verdaderamente conmovedor que se oyó en la Heineken fuese el sampleado de Ofra Haza en “Paid In Full” (recordemos: es una remezcla) da mucho que pensar. Otros que no han envejecido bien.