Calidad y buen rollo
ConciertosClownia

Calidad y buen rollo

8 / 10
Gaspar Tarrida — 30-06-2015
Empresa — Èxits Management
Fecha — 27 junio, 2015
Sala — Recinto Festival Clownia
Fotografía — Marc Cargol

De nuevo se erigió durante dos días la pequeña ciudad de Clownia al pie del Pirineo y se presentó una nueva edición del festival de música y circo auspiciado por Txarango. El cartel, lleno de mestizaje musical, ha sabido combinar propuestas jóvenes con algunas más veteranas, en un juego de apadrinamientos cruzados e intergeneracionales, como el que pudimos ver durante la actuación de Txarango, que invitó a compartir escenario a miembros de la Eléctrica Dharma o a los jovencísimos 9son en el Clownia 2015. Txarango se está convirtiendo en una auténtica referencia para el público y para otras formaciones, no solo por su música sino también por esa forma de tejer relaciones de amistad y buen rollo.

Entre una mayoría de grupos catalanes, destacaba la presentación en el escenario principal de dos nombres internacionales y casi desconocidos aquí: los veteranos franceses Babylon Circus, con su mestizaje lleno de matices, y los suecos Hoffmaestro, más duros y contundentes. Pero uno de los mejores momentos del festival, que pasó desapercibido para muchos, fue la actuación de Amparo Sánchez en la carpa de circo. Amparo podría ser la madre de la mayoría y de hecho lo es, como pionera del mestizaje comprometido que fue en los noventa con Amparanoia. Dio un concierto en el Clownia 2015 cálido y próximo, muy bien acompañada, y remarcando su querencia por la música y la cultura mejicana.

En cuanto al circo del Clownia 2015, la actuación en mayúsculas fue la del gran bufón Leo Bassi que ofreció una antología de sus provocaciones, haciendo reír y reflexionar a partes iguales. Él, que podría ser no ya el padre sino el abuelo de la mayoría, mostró lo mejor de su oficio de bufón político y gran provocador, manteniendo solo con su voz y su persona la tensión del espectáculo. Poder ver a Leo Bassi en vivo es una lección de compromiso político y un lujazo para Clownia.

El circo se pudo también ver y vivir en todo el recinto con espectáculos casi espontáneos en cualquier rincón y talleres familiares de malabares. Los espectáculos de la Cia. En Diciembre, la Cia. Vol De Ment, el payaso Catástrofer y otros malabaristas dejaban claro que el circo no es solo un motivo sino una realidad palpable en Clownia. Mención aparte merecen las maravillosas máquinas de feria de Antigua i Barbuda, otro lujo del festival.

Pero la mayoría del público venía a lo que venía, a saltar y bailar. Por eso y por su oficio, quienes se llevaron el gato al agua la noche del viernes fueron La Pegatina con su efectiva e imbatible máquina de hacer bailar. El viernes también actuaron los rumberos Gertrudis, Babylon Circus y los valencianos Aspencat. El sábado fue el día de Txarango, con un lleno total (cinco mil personas), precedido del humor del Niño de la Hipoteca y sucedido por la apisonadora de Hoffmaestro; más tarde actuó en el Clownia 2015 actuó el colectivo Zoo con su interesante propuesta de hip hop y electrónica de su debut “Tempestes venen del sud”.

Tambien hay que destacar la presencia dels Randellaires, una formación local de folk e investigación etnomusical con quienes los Txarango mantienen una relación de amistad y inspiración. El festival en su programación matinal ha dado oportunidades a jóvenes promesas: Cybee (pronto sonarán mucho), Son de la Chama, el góspel de The Sey Sisters y el petardeo musical de la Orquestra Di-versiones. En definitiva, Clownia se va afianzando poco a poco como festival, con su fórmula de mestizaje musical, compromiso, circo de calidad y buen rollo.

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