CLEM SNIDE

Es un tópico, pero es verdad: Los conciertos de algunos grupos son casi como reencuentros con amigos de toda la vida. A mí también me da grima estar escribiendo esto pero no se me ocurre mejor forma de explicarlo. Clem Snide son ESE grupo. Casi la perfecta definición del tópico. Y Eef Barzelay es el prototipo de cantante colega, lo cual por si solo tampoco tendría ningún valor si no fuera porque tanto en directo como en disco, Clem Snide son el grupo que siempre apetece escuchar por buenos, por listos y por simpáticos. Supongo que tienen algo así como el carisma de lo anticarismático (los trajes dos tallas más grandes, gafas, hablar de masturbación,...). El caso es que vinieron a presentar disco nuevo “End Of Love” y, como es habitual en ellos, no solo remodelaron su repertorio añadiéndole nervio y un poco de rock cervecero que por momentos (y más en espíritu que en sonido) hacia pensar en los Replacements, sino que además tocaron un buen montón de canciones nuevas, entre las cuales se escuchó un futuro hit en forma de espiritual más que festivo. A parte de las nuevas, fueron cayendo con cuentagotas algunas de sus canciones más celebradas: “Ice Cube”, “Your Favourite Music”, “I Love The Unknown”, “Jews For Jesus Blues” o “Fill Me With Your Light” y, también como es habitual, Pete Fitzpatrick nos dejó boquiabiertos a base de exprimir sin alardes cada uno de los instrumentos que pasaban por sus manos. Todo ello en apenas una hora y cuarto que supo a poco pero de la cual todo el mundo salió con una sonrisa de oreja a oreja.