Más de quince años después de engancharnos a esas letras a veces crudas, a veces luminosas, a esos personajes tortuosos, a esas canciones incontestables, volver a ver a Chucho no era un simple ejercicio de nostalgia. Después de los más que notables últimos trabajos de Alfaro en solitario, el grupo tiene nuevo disco bajo el brazo, “Los años luz”, y lo estaba presentando en el ciclo de conciertos Pop & Dance. Y aunque el nuevo álbum (muy bueno, sobre todo “Inmenso placer” - ¿canción para ligar al estilo Chucho?- y “Esto es un error”) estuvo muy presente, el grupo supo mirar con inteligencia y hondura en su repertorio anterior. Así, enseguida nos hablaron “De aire”, el cantante se transmutó en “Cirujano patafísico”, y nos hizo volar a más de uno con la fantástica “Visión rayos X”. Alfaro se mostró confesional en “Ricardo ardiendo”, recordando a su amigo fallecido (“Todavía tengo sus huellas en un vinilo, y no las voy a tocar”). Incluso nos llamó “bonicos” y “bonicas” (¿sería la presencia en la sala del también albaceteño Joaquín Reyes?) antes de tocar “Revolución”, o el romanticismo según Chucho. Sólo quedó la dosis de punk de “Erección del alma” y “Perruzo” antes de que el grupo esparciera su magia (“Magic”). De la mucha que le sigue quedando.
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