CHRIS CORNELL
ConciertosChris Cornell

CHRIS CORNELL

6 / 10
Don Disturbios — 25-10-1999
Fotografía — Archivo

Imagínate por un momento que, por fin, esa chica pizpireta de amplia sonrisa, ojos claros y generoso escote que se sienta dos pupitres más allá ha accedido a una cita. Imagina que te has pasado toda la tarde preparando el encuentro para que finalmente se rinda ante tus encantos. Imagina también que todo sale perfecto, pero que a lo largo de la noche te das cuenta de que la rubia ha perdido para ti todo interés. Algo falla, notas que le falta esencia y lo sabes. Sabes que no es tu chica, puede que solamente un buen divertimento, cinco segundos de efímero orgasmo que serán rápidamente olvidados cuando tu corazón albergue otra esperanza. Eso me pasó con Chris Cornell. Única actuación en España del ex-frontman de Soundgarden en un marco ideal para desatar pasiones. Una entrega desmesurada, un clímax inigualable y lo que fallan son las canciones. Un repertorio basado casi en su totalidad en su último trabajo en solitario que se desplegó con unos altibajos que lastraron una actuación a la que no contribuyó en exceso la actitud del propio Chris. ¿Estoy loco o realmente fui el único que veía a un Chris de andar por casa, aferrado a su micro como un bastón y cruzando las piernas como si de una prueba de sonido se tratara?, ¿estoy loco o es algo patético que Chris se dedicara a firmar compactos entre tema y tema?, ¿estoy loco o me pareció ver a más de uno en pleno trance místico contemplando una aparición de otro mundo? Yo también amo a Soundgarden, forman parte de mi universo musical privado, pero precisamente por eso creo que cabe exigirle más a nuestros ídolos, o de lo contrario les resultará demasiado fácil dormirse en la autocomplacencia. Por eso no creo que sea positivo que Cornell se lleve tantos aplausos entregados.n

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