Entrega de armas
ConciertosChill Mafia

Entrega de armas

8 / 10
Marcos Echávarri — 01-04-2025
Fecha — 28 marzo, 2025
Sala — BEC Bizkaia Arena
Fotografía — Ibai Patapalo

Ya desde entrada la tarde se intuía cierto nerviosismo en las calles de Bilbao. El metro que cogimos para ir hasta el BEC estaba reventado y una vez en Barakaldo, tocó hacer cola bajo la lluvia antes de poder entrar al monstruoso recinto donde tuvo lugar el evento. Una vez dentro y kalimotxo en mano (que el concierto era el que era), empezaron a sonar los de Iruña y el BEC se vino abajo.

Chill Mafia lo tenía fácil ante un pabellón a rebosar porque no jugaban en casa, pero casi. Además, teniendo en cuenta la efeméride, el componente sentimental remó a favor en un concierto en el que en realidad todo salió bien. Desde el arranque con temas de mixtapes antiguas como “Tabako” hasta las constantes colaboraciones que se dieron lugar sobre el escenario. Cabe destacar en este apartado la colaboración del colectivo también navarro Arepas que se presentó ante el respetable vestido de parafernalia fumeta para interpretar “Hey Babylon”: Que si uno de porro, que si otro de chivata… Y es que esto era una despedida, pero también una fiesta, y esta peña lo entendió a la perfección.

Después del carnaval, Ben Yart se arrancó con la folclórica “Congelador” para luego dar paso a la reflexiva “Xk me habré metido tanto spiz”, pregunta que seguro que se hizo alguien del público al volver a casa en metro cual lechuza de la selva de Irati. En este bloque, Ben Yart siguió con “Ceros” hasta que Mirua se presentaron en el escenario para la segunda colaboración de la noche. Y quiero incidir en este aspecto y es que a pesar de las constantes interrupciones en el ritmo del concierto, en ningún momento se sintió forzado o anticlimático. Fue más como una función de fin de curso de una clase con alumnos muy talentosos que se llevan muy bien entre ellos. Una gozada.

Como hubo espacio para todos, Kiliki se lució con “Animal Crossing” (de mis favoritas del set) para que luego Bengo siguiera engrosando la nómina de colaboradores. Pum. Clásico instantáneo con “Zure Kebapa” en la que eché de menos a Salinas de Tatxers y luego más hermanamiento con Nerve Agent que se pasaron para entonar “Coche Bomba” y “Hombre Clavo”, muy celebradas entre los sectores más raveros de la chavalada congregada.

Siguieron cayendo hits hasta que le tocó el turno a “Barkhatu” en la que se subió Markos 4:40 aka federikotemerario y el BEC retumbó cuando Irene entonó esas 6 palabras que todos sabemos y que fueron coreadas a grito pelao. Después de otra vuelta a la instrospección con “Barriobajero”, TOC unieron fuerzas con el bueno de Juanjo de Ezpalak para poner la nota rockera a la noche, con toda la banda sobre el escenario, batería y todo. Rock que duró poco porque en seguida conectaron con ese disstrack a Kai Nakai en clave de reggeaton que es “Bedeinkatua”. Qué bien nos han venido esta gente en Euskal Herria y que de ventanas han abierto para que se ventilase un poco la casa, que ya olía (y el que quiera entender, que entienda).

Llegamos ya al último tercio del concierto y por allí se asomó Euskoprincess a dejar claro lo que acabo de escribir un poco más arriba y la verdad es que sus dos temas, “Dick Pick”, con Ben Yart, y “El Moto y la Mota” con Kiliki, fueron de lo más divertido del show. Igual esto suena a carca horrible, pero me gustó ver un público tan joven y tan poco acomplejado entregado ante una propuesta musical que hubiese sido impensable en mis años de imberbe adolescente. Otro punto más para la Chillma y sus acólitos.

Como estábamos ya llegando al final y como si de una comida de cuadrilla se tratase, salieron La Txama a cantar rancheras y yo aproveché para ir a por más kalimotxo para entonar con el corazón más contento. Llegué a ver como Hofe se unía a Nueve Desconocidos para interpretar “Gremlin” - que no la tenía muy oída pero que me gustó mucho en directo - y como luego se fusionaba con Kiliki en el himno pop que es “Bi Esku Bi Laban” para después terminar con “Xokas” y sus inspiradas alusiones (creo recordar que ha cambiado la parte de Illojuan y Masi, pero a lo mejor no, no me hagáis mucho caso). Hofe es el mejor.

Volviendo a los disfraces, disfrutamos de la cumbia del hombre araña con un hombre araña de verdad, como viene siendo habitual en los últimos bolos que les he visto, y solo quedaba ya la traca final para terminar de volcar el BEC. “Mus Corrido”, de nuevo junto a La Txama, “ídolo Caído”, volviendo al rock, y luego ya solo himnos: “Mañaneo” que sonó catedralicio, como tiene que sonar, con Ben Yart en modo papal, “No se ke me pasa”, regodeándose en la burla a cierta promotora de conciertos, y después “Merezi Ote” como broche emocional, que sonó como cuando tu tía abuela llora en nochevieja (esto es un cumplido). Incluso Flakofonki se dio el lujazo de tirarse “Yosemite” con TOC como acompañamiento antes de la apoteosis final con el monumento en el que se ha convertido “31014”. Porque si, porque este tema juega en otra liga y porque ya forma parte del paisaje eskaldun igual que las txosnas, el Puppy o la Plaza del Castillo. Cañones de confeti, cientoylamadre sobre el escenario y todo el público con una sonrisa ante una despedida que en ningún momento fue triste y que se sintió más como un abrazo que como otra cosa.

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