CatPeople

Los meteorólogos musicales anunciaron chubascos, rayos y centellas, pero no hubo nada de eso. La noche de The Killers fue también la noche de CatPeople. Pónganles un listón alto y ellos se quedarán fuera de encuadre. Y cómo. Brillar es poco. La banda revelación de este año sigue anotándose tantos y, en este caso, lo hizo con un directo de guante blanco, al más puro estilo vieja banda de nuevo sonido (el mismísimo Thom Yorke hubiese estado orgulloso de la banda que lidera el –a propósito-destartalado Adrián Pérez). Los cinco chicos se plantaron ante su chica-maniquí poco después de las diez y media de la noche. El público, revuelto tras el frenético y algo infantil asalto al escenario de Lorena C, la (¿banda?) telonera, esperaba inquieto el resultado de su apuesta: cara o cruz. Y salió cara. O cruz. Depende del gusto del tirador. CatPeople pusieron sobre las tablas su incontestable “Reel #1” y Adrián, bajo sus elefantíacas gafas (¿a nadie le recuerdan a las que solía usar Kurt Cobain?), jugó a ser Nick Cave, pero sobre todo, Thom Yorke, aunque también un tristón pero enfocado Ian Curtis. Jugó y arrancó de su garganta de crooner un repaso a su disco de debut (sin olvidar “Next Hours”, “Pretty Things” y la post-punk “Everyone Can Tell You”, por poner tres ejemplos) en total acuerdo con su banda, especialmente lúcida en algunos de los temas más jugosos (“Behind”, “Tanya Is In My Bed”). Echarles un vistazo de lejos sin conocerlos, era decir ‘Eh, están tocando ESOS tíos, ¿no sabes quiénes son? ¡Tienen que sonarte!’.