Al ritmo de “Vas a alucinar” de DNI, combo madrileño de 1989, empezó el conciertazo de Carlangas ya predisponiendo al público al baile y a la diversión. La nostalgia de aquellos años vende tanto en la moda como en el cine, en los videoclips y en la música. Carlangas es un maestro no solo en recuperar los sonidos de entonces sino en modernizarlos usando recursos del pop y trap actual. Ejemplo de ello fue la primera “Que si quiero o que si tengo” de su disco homónimo de 2023. En cuanto a la banda (Los Cubatas), con Brais Rodríguez al bajo, Fer Areal al teclado y Fiz García a la batería, dieron todos una gran muestra de estilo y profesionalidad desde el minuto cero, disfrutando ellos tanto o más que el público.
Después de dirigirse al público con “Somos unos románticos, buenas noches”, los asistentes se pusieron en modo fiesta con el ritmo vacilón de “Se acabó la broma”, desafiando al frío de la noche, al frío del blanco inmaculado de la sala y rompiendo estereotipos sobre la capacidad de movimiento de cadera del público vasco. La sala un poco vacía la vimos más llena cuando todo el público se puso a cantar “Ya no te veo” de la época de Novedades Carminha. Brais dejó de dar al funk del bajo y cogió el saxo como buen multiinstrumentista que es. Siguieron con la bailable “Paseítos por Madrid” mientras nos daban unas clases de actitud y desparpajo a la vez que sorprendía el toque cañí de sonidos de verbena de pueblo del teclado.
Con un ritmo bestial arrancó “Discos vacías”, momento para el cual Fiz abandonó el teclado y se enfundó una guitarra eléctrica. El sonido luminoso y veraniego de las guitarras de Fiz y de Carlangas fueron la otra cara de la moneda de una voz muy punk en la interpretación del tema. En el siguiente tema “Cabeza loca”, Fiz pasó al saxo y añadió unos bonitos coros junto a Brais mientras nos sentíamos los demás como camino a la playa con el sonido cálido de los instrumentos. Una guitarra más rockera introdujo “Regalao” y pasaron después a la vacilona “Te quiero igual” donde canta Carlos “aunque te gusten Los planetas como a todos los puretas” siendo o no consciente de la ironía de que el 99% del público que tenía delante era de esa misma generación de puretas de la que habla.
El sonido mutó cuando cogió una guitarra electroacústica de cuerdas de nylon para entonar “Hola mi amor” acompañado del público. Tras “Contigo, contigo, contigo” subió Fernando, el road manager canario del grupo a puntear durante “Cae la noche” y luego volvieron a Novedades Carmiña con “Cariñito”, temazo de melodía latinoamericana y teclado muy tropical. La paleta de colores se abrió aún más con “O día que volvín nacer” con sonidos setenteros, Brais disfrutando al bajo con una sonrisa infinita y Carlangas rapeando como si fuera un M.C. de Harlem. Después de bromear “Vamos a terminar ya porque no tenemos más canciones” le dieron al sonido disco de “Verbena” mientras el público seguía a lo loco como si fuera el “Bailando” de Alaska y los Pegamoides. La onda disco siguió con “Tiemblo”, en la que la pareja del cantante, Natalia Ferviú, subió a acompañarlo al micro.
La siguiente, “Bailódromo” (“Vamos a tocar una que ni siquiera nos sabemos”) llena de voces con eco de dub dio paso a la verbenera “Siempre vuelve” en la que confirmamos que Fiz a la batería sabe tocar todos los ritmos del mundo. Continuaron con su “canción favorita de todos los tiempos” (Carlangas dixit): “Los dineros”; pusieron la sala patas arriba con “Mucho con poco” en la que reactualizan el dance-punk de Nueva York de los 2000 (LCD Soundsystem, The Rapture), y cerraron con “Historia triste” de Eskorbuto con Deu de WAS/We Are Standard como aparición estelar frente a un público enfervorecido haciendo moshpit.
La maratón de hora y cuarto nos dejó con ganas de más pero, qué decir, pocas veces se ve tanta gente bailando y sonriendo en Bilbao en un día de lluvia y más nos cuesta una hora de terapia.
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