Buena fiesta en la presentación del nuevo disco de Canteca de Macao, que recordamos que empezaron hace unos años en las calles de Madrid y que han paseado su música por media Europa, Argentina, México, EEUU o Marruecos.
Antes de ellos el hip hop fresco y urbano de Santo Machango sirvió de calentamiento perfecto.
“Nunca es tarde para volver a empezar” dicen los Canteca en su último disco y parece que sea un auto-mensaje, porque disco a disco su evolución no ha parado. A pesar de que la composición de los temas sigue recayendo en Chiki y Anita, se nota que el último cambio de componentes en la banda les ha abierto unas puertas más latinas a su música. Su mezcla de ska, reggae, salsa y sabores flamencos, junto a sus letras combativas (y ahora también más intimas), sigue siendo un cocktail que en directo resulta muy festivo, y eso no resta ni profesionalidad, ni efectividad, ni fuerza. Para nada, incluso diría que con la incorporación de Enriquito a la trompeta, amplian su espectro rítmico y ganan en poderío. Eso se pudo comprobar en una Sala Salamandra que no se llenó, pero que no paró de cantar, bailar y apoyar a una banda que tiene en sus seguidores su mayor tesoro. De hecho este “Nunca Es Tarde” ha sido financiado, y en tiempo record, por sus incondicionales mediante el “crowdfunding”. Lo presentaron casi en su totalidad. A destacar el tema que le da título, una cumbia que te anima a bailar; también “Libre” con Chiki y su voz rota mostrando sus sentimientos o “Tierra” una canción muy de banda y con una Anita que sorprende con nuevos matices que enriquecen sus modulaciones flamencas. Aunque, evidentemente, también hubieron temas renovados de sus otros tres discos, y ahí se mostró el buen trabajo que la numerosa banda ha hecho. En total son nueve, contando a Zulo que “adorna” algunas canciones con sus juegos malabares y con un Juancho que también tuvo sus “clásicos momentos de fama” cantando y rapeando. Ya en los bises, entre “Desfase”, de la más rockeras de su último disco, el “Qué Pasa? y “El Gacho...” se acabó de liar la fiesta. Solo nos faltó su “Alternativa Libertaria”.
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