Mientras toda España comenzaba a sacar sus trajes de nazareno, en la sala Caracol lucían otras vestimentas más profanas. Sobre el escenario las tres chicas y los dos chicos de Tilly And The Wall en un concierto que se hizo muy corto. Los pies de micro con flores, las voces dulces, los gestos suaves y las sonrisas hicieron que toda la sala viviera en una especie de universo paralelo de felicidad tontorrona. Intensidad y belleza plasmada en temas de pop luminoso y con cierto punto infantil como “Reckless” o “Sing Songs Along”,y con el perfecto final de “Nights Of The Living Dead”, de su anterior disco. Por cierto, la batería en forma de mujer-claqué no se oía casi nada, pero todos salimos imitando su baile. Los brasileños CSS entraron de manera explosiva, con humo, luces y griterío en las gradas. En la segunda canción, “Alala”, Lovefoxxx, animadora y cantante del grupo, ya se quitó la camiseta y se quedó sólo con un maillot de cuerpo entero que dejaba adivinar las bragas turbo-ranger que llevaba debajo. Eso sólo puede significar una cosa: gran valor y cero vergüenza, como su música. Cuando empezaron casi no sabían tocar y ahora tampoco se puede decir que sean unos virtuosos, pero son divertidos y enganchan sin problemas con un pop electrónico facilón. Por extraño que parezca, no sonaron mal ni se hicieron pesados, excepto en algunos temas antes del bis, cuando el único chico del grupo dejó la batería para ponerse a tocar la guitarra y “cantar”. Lo mejor, la versión de L7 “Pretend We’re Dead”, “Fuckoff Is Not The Only Thing You Have To Show”, “Alcohol” y el apoteósico bis “Let’s Make Love And Listen To Death From Above”.
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