BRYAN ADAMS + BLONDIE

Curiosa velada la que reunía a bandas tan dispares como Los Cucas, Sunflowers, los reformados Blondie y al canadiense Bryan Adams. Como era de esperar, los resultados no lo fueron menos. Abrieron Los Cucas, ese cuarteto capitaneado por dos Fernandos (Ramos y San Martín). Venden discos y los medios les han tratado con benevolencia –conmigo no cuenten-, pero su pop-rock latino entre lo comercial y lo arrabalero, deudor de los peores Rodríguez, hace aguas por los cuatro costados. Aunque mientras la bromita de «La Última Carta» les funcione, pues que les quiten lo bailao. Por suerte, Sunflowers cuentan con un repertorio mucho mejor –«Bubbles» y «Happy Birthday» sí son hit singles con todas las de la ley-, aunque de puro estático no arrancan ni a la de tres. En cuanto a Blondie, bueno, pues mal andan las cosas. El motivo principal de la presencia de un servidor en el recinto pasaría a convertirse en un cúmulo de despropósitos de lo más sonrojante. Sólo que empezaron bien («Dreaming» y «Hanging On The Telephone»), anduvieron dando tumbos -mal Stein y fatal Debbie Harry- durante el resto de su viaje a los infiernos y zanjaron su cita barcelonesa con algo de dignidad (interpretaron «Maria» con precisión y «Heart Of Glass» mantuvo el nivel). Por su parte, Bryan Adams iba a protagonizar su enésima visita a la ciudad, con la particularidad de que, en esta ocasión, empuñaría el bajo, liderando un power trío completado con esos habituales Keith Scott y Mickey Curry. Ataviados en blanco riguroso, los tres músicos rubricarían con corrección un repertorio entre lo chapucero («Have You Ever Really Loved A Woman?», «(Everything I Do) I Do It For You», «On A Day Like Today»), lo apañado («The Only Thing That Looks Good On Me Is You») y lo relativamente atractivo («Heaven», «Somebody», «Run To You», «Cuts Like A Knife» y especialmente ese «Summer Of 69» que abriría el set), demostrando que Adams, si se lo propone, aún puede ser el de «Reckless» y «Waking Up The Neighbours».