Hace tres meses salía la noticia, iba a dar comienzo una gira por la península de dos bandas conocidas por sus, llamémoslo, oscuras inclinaciones, bandas que, con una gran fuerza por separado, en esta ocasión decidían deleitar al público español con su explosiva fusión, que llevarían por nada más y nada menos que 12 ciudades del país: Brujería (foto encabezado) y Ratos de Porão, México y Brasil, unían su violento talento para repartirlo entre éstas, y es de agradecer, en este caso a HFMN Crew, la agencia catalana que apuesta por lo alternativo, que hayan decidido hacer parada en Vitoria-Gasteiz, ciudad con muy buena aceptación en lo que a este tipo de géneros se refiere. Con todo esto, sin duda las expectativas eran altas de cara a la noche del viernes 14 de Diciembre.
La sala Jimmy Jazz era la escogida para este ritual. Un curtido y numeroso público cerveza en mano, dejaba escasos huecos en el recinto. El menú se servía en plato frío, y como entrante, Ratos de Porão (foto inferior) nos ponía en la mesa todo su “Ódio 3”. Era apreciable que la voz de Joâo Gordo ni es indestructible, ni tiene toda la fuerza esperada, aún así hay que reconocer que la constancia de la banda, que apenas se ha dado tregua desde 1981, hace que estas carencias se vean suplidas por la empatía que provocan. Imagino que el cambio de las calurosas Córdoba y Sevilla, las cuales visitaban a principios de la misma semana, al frío, ya denominado Siberiano en Vitoria, no ayudaron mucho en este aspecto.
Conforme avanzaba el concierto de los de São Paulo, el público entraba en calor cantando letras de temas míticos como “Farsa Nacionalista”. No faltaron tampoco algunos más actuales, como “Grande Bosta”. Este tándem de épocas, en conjunto hacía percibir un evidente cambio en el estilo, que ha ido evolucionando a lo largo de su trayectoria; no lo han hecho, en cambio, sus letras reivindicativas. Con el riff que da comienzo a su tema “Pensamentos de Trincheira”, de la década más punk de la banda, el actual bajista Juninho, y el guitarra Jão, que lleva en la banda desde sus inicios, daban un respiro al vocalista. Sin duda alguna, cuando sonó “Beber Até Morrer”, quedaba claro que es uno de sus míticos, por la influencia en los asistentes. El colofón final lo ponían con “Crise Geral”.
Tras una pausa en la que la gente aprovechó para hidratar sus gaznates, se daba paso al plato principal. Juan Brujo y sus secuaces, entraron con ganas de hacer lo que más les motiva a la hora de subir a un escenario, y es remover algo dentro de la gente que los escucha. Esas mismas ganas les eran devueltas por parte del público, que hicieron más activo el foso de los pogos durante toda su actuación. Hubo tiempo para todo, y como cabía esperar, hicieron un recorrido completo por su trayectoria, comenzando la velada con “Cuiden a los niños”, de su disco “Brujerizmo” sacado en el año 2000, al que seguían “La ley del Plomo” y “El Desmadre”, el grindcore se adueñaba de los presentes, y provocaba un desorden generalizado en la sala.
La interpretación de “Consejos Narcos”, conllevaba la colaboración de alguna fémina, tuvieron que implorar en varias ocasiones dicha cooperación porque ninguna de las congregadas, parecía mostrar entusiasmo por subir al escenario con los Mexicanos enmascarados, que finalmente consiguieron una compinche, la cuál, algo desubicada, sostuvo un cartel con dos caras opuestas, una afirmativa y otra negativa, que iba volteando a lo largo de la actuación del tema comentado.
En la consumación del show, los gringos dejaban claro que “No aceptan imitaciones”, y la guinda la ponían con un imprescindible de su más polémico material, “Matando Güeros”. Quitaban hierro a lo expresado durante la noche, con su mítica “Marijuana”. Y a todo esto, yo me pregunto...¿qué pensaran “Los del Río”?.
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