El sábado pasado tuvimos la oportunidad de ver a Bravo Fisher! en la sala Fever de Bilbao, en un concierto enmarcado dentro de la cuarta edición del ciclo "Girando Por Salas" en el que se pretende apoyar a los artistas emergentes, dándoles la oportunidad de tocar en directo en salas lejos de su ámbito de origen.
La gran oferta de conciertos esa misma noche en la ciudad (incluyendo al rapero Sharif en otra de las salas anexas) lastraron en gran medida la asistencia de público a un concierto atractivo a priori para los aficionados a la música electrónica y/o independiente. Y es que apenas una decena de personas se juntaron en la sala para ver como daban comienzo al bolo los teloneros, los locales Platiblond Extreme, ganadores del Villa de Bilbao del pasado año en el apartado de "Otras Tendencias". Música electrónica saliendo directamente desde el portátil de Ibon mientras el gamberro de Iker, elevado en sus plataformas, cantaba letras tan descaradas como divertidas. Entre otras pudimos escuchar "Mutantes", "La Estrella Polar" y por supuesto, su tema estrella "Yo lo sé. Muy poca gente para una rave.
Tras una breve pausa para montar y desmontar los instrumentos salió al escenario el protagonista de la noche: Bravo Fisher! encarnado en Guillermo Galguera, a la guitarra eléctrica y teclados y acompañado por Javi y Dani, su banda de directo como él mismo los definió, encargados de samplers y más teclados y de una mezcla de batería eletrónica con platos tradicionales.
Venían a presentarnos su nuevo disco "El valle invisible", segundo trabajo desde "Overnighters" en 2010, y comenzaron con las melodías de "Floridablanca" y la frenética "Sanseacabó", para dar paso al que sin duda es su tema estrella, "39", en la que los coros del pegadizo estribillo cobraron especial protagonismo. Poco parecía importar a los tres músicos el estar tocando ante tan escaso público ya que su actitud fue en todo momento la de dar un buen concierto, quizá como agradecimiento a los que allí nos habíamos congregado. Y esa actitud es digna de ser mencionada en estas líneas.
Tras "39" rescataron "Go Back To Spain", uno de los temas que tan bien les funcionó en su anterior trabajo, para seguir con "Por lo más oscuro, amanece" y "Tras el cristal", una de las mejores de la noche. Guillermo alternó los teclados con la fender y en general el sonido en la sala fue más que satisfactorio. Para terminar el set escogió "Ysis" y "Miradas", otro de los temas que, junto a "39" brilla con luz propia en el set. Terminado el concierto insistió en agradecernos, casi personalmente, el haber escogido su propuesta entre las muchas posibles esa noche.
Un buen concierto pero que quedó deslucido en gran medida por la ausencia de público en la sala. Pese a ello dejó entrever un futuro prometedor en el pop nacional independiente para Bravo Fisher!
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