Lleno rendido y sincero en Madrid para recibir a Will Oldham, príncipe del tenebrismo folk, un músico respetado y celebrado por el gran público pese a contar con una obra árida y nada complaciente con el gusto por lo inmediato imperante en la música popular. Es Bonnie 'Prince' Billy un artista que explora el lado más oscuro y también el lado más luminoso con una desarmante facilidad (que no sencillez). Alguien, por otra parte, frontalmente contrario a dejarse llevar por las fatigas y la circularidad sin sentido que a menudo llegan a acarrear disciplinas como la filosofía y la teología. Es esa dualidad, ese contraste entre lo excelso, lo profundo, y la convencionalidad teatral y pactada de la música lo que desarma en el arranque de la actuación, cuando tras un pasaje instrumental y ciertamente bienhumorado nos vemos sumergidos en una maravillosa versión de "Beast For Thee", incluida en "Superwolf" (disco que Oldham grabó junto a Matt Sweeney en 2005), que inunda la sala y provoca ese particular y extraño sentimiento de comunión, de gratitud hacia lo humano, que quizá solamente la música es capaz de provocar. Acompañan a Oldham la cantante Angel Olsen, el guitarrista Emmett Kelly, el teclista y acordeonista Ben Boye y Danny Kiely al contrabajo. Juntos elevan armonías en piezas como "I Don't Belong To Anyone", "After I Made Love To You" o la fabulosa "Teach Me To Bear You", y dejan paso en el segundo tercio de actuación a ese lado más peligroso e íntimo del Oldham cantautor y letrista, el que va desde su seminal "I See A Darkness" (recibida con una explosión de aplausos) hasta "Night Noises", cierre de su reciente trabajo "Wolfroy Goes To Town". Quizá tanta excelencia abruma, y es refrescante encontrar momentos de descompresión (Oldham agradece a El Hijo su participación en la apertura de la noche, bromea con el técnico de luces, intenta localizar entre el público a una chica guapa en la que antes se había fijado), sobre todo cuando de inmediato vamos a vernos expuestos a interpretaciones como la de "You Want That Picture", que anticipa el final y continúa elevando otro punto más algo que, de excepcional, parecía que no podía dar más de sí. Insuperable en su versatilidad vocal, escurridizo frente al cliché revivalista, expuesto sin ambages como su frente interminable, relajado y respetuoso, Bonnie 'Prince' Billy se mostró en Madrid como lo que probablemente es, uno de los músicos americanos más relevantes de nuestro tiempo.
Your Dog when and if you get one should aulcamtioatly stay in your front yard if you have a good sized fence, if you have a back yard i would advise you to use that and put up a fence with a good height because most dogs can jump a low fence, If your front and back yard are not fenced i would advise against letting the dog into either without a leash.