Bloc Party, marcando músculo

A primera vista, una propuesta como la de Alt-J –autodenominada “folk-step”- no casa demasiado con el espíritu desfasado del Mallorca Rocks. Sin embargo, los de Cambridge llenaron cada rincón con cortes delicados, atmósferas embrujadas y giros inesperados, extraídos de su excelente debut, “An Awesome Wave”. “Interlude I” o “Tessellate” pusieron de relevancia uno de sus puntos fuertes: las armonías vocales que se levantan como torres de emoción entre Joe Newman –guitarra y voz- y Gus Unger –teclista-. A su favor lo tienen todo, además de un directo capaz de estar a la altura de las expectativas.
Otros que tenían que rendir cuentas fueron Bloc Party, quienes en los últimos años parecían haber cambiado los guitarrazos por las declaraciones incendiarias y las incursiones en solitario. Aunque los londinenses demostraron anoche que no solo Kele Okereke se había musculado en los últimos meses y salieron al escenario con “So He Begins To Lie” de su nuevo disco, “Four”. Si bien este cuarto trabajo conecta mejor con la esencia inicial del grupo, fueron los temas de “Silent Alarm” y “A Weekend In The City” los que enajenaron al personal y lanzaron más cervezas al aire (“Positive Tension”, “Banquet” o “Hunting For Witches”), envolviéndonos en un muro de tenso sonido. El equilibro lo hallaron recuperando medios tiempos como “This Modern Love” o ese despunte electrónico que es “One More Chance”. Hubo varios guiños durante la noche, como ver a los padres de Russell Lissack bailar tímidamente con los riffs del magnífico guitarrista, o el falseto del “We Found Love” de Rihanna para continuar con “Flux” y la incursión camuflada de “Tenderoni”, single en solitario de Okereke. Parece que finalmente Bloc Party han vuelto y han sido capaces de encontrar un balance entre todos los experimentos de su discografía y dejar atrás las rencillas, para volver a coger las guitarras donde las dejaron.