Sincopas, lo-fi y texturas sonoras
ConciertosBilboloop

Sincopas, lo-fi y texturas sonoras

8 / 10
Pepa Ferreiro — 09-11-2022
Fecha — 05 noviembre, 2022
Fotografía — Pepa Ferreiro

Para un festival de pequeño formato, el hecho de cumplir 21 ediciones le da una visión de la escena que promueve amplia y compacta. El asentado festival Bilboloop de la capital vizcaína cumple su vigésima primera edición con una propuesta ecléctica dentro de la música electrónica, urbana y el rock de vanguardia.

Los días 4 y 11 de noviembre en la sala Azkena de Bilbao se celebra esta edición respaldada por las bandas Keax, L´Objectif, Silitia y The Lounge Society. En paralelo, Bilboloop organiza bolos satélite para calentar el ambiente en la sala Ambigú donde Arketypo y Suave serán protagonistas. En esta edición no hay representación de mujeres sobre el escenario.

Un poco pasada la hora prevista, el joven conjunto local Keax subió al escenario con un equipo de “sintes”, instrumentos eléctricos y batería muy sugerente que recordaron a aquellos Ak/Dk que cerraron la edición de 2019 del festival pero algo más soft y personal. Arrancaron con una intro a baja revolución acompañados de un equipo de luces muy bien programado en la mesa. “Empieza con el porqué”, nada más que añadir. Poco a poco avanzaron hasta “Programado” donde se rigieron por el descompás y vjing en clave informática formando un paisaje sonoro muy concreto. El hype de la personalidad de la banda se adivina en la superposición de sonidos sintéticos y orgánicos. Tempos minimal techno con arreglos de las entrañas del progressive y la world music en clave indie.

Nos sumergimos en otro paisaje sonoro en “Nómadas” cuando el acero de las vías de un tren sacudió nuestra percepción musical. Más tardé reconocimos escenas desérticas y apocalípticas en “Ocre” en una experiencia musical sensorial heterogénea. Es necesario mencionar los silencios innecesarios y la sensación de machaque acústico cuando se desnudan los beats de la batería y el sonido vocal del micrófono pero en general, el resultado de la mezcla de texturas sonoras conduce al oyente hacia un terreno melódico muy personal de una manera sutil y atractiva. Cerraron el bolo con “Interrupción” haciendo gala a la nomenclatura. Cortaron la melodía y se acabó.

El cuarteto de Leeds L'objectif subió al escenario con la misma actitud que imprimió durante el bolo y con un público caliente tras el fuego y el hierro de Keax. Abrieron con “Same thing” y tuvimos esa sensación de alivio como réplica exacta de su lanzamiento a principios de año. En el escenario fluyó el power post punk o el grunge pop con psicodelia. Las etiquetas a esta banda tienen que aplicarse individualmente por canciones.

Las bases instrumentales oscuras con estética lo-fi se convirtieron en la columna vertebral del bolo que profanaron con melodías indie y un sonido de pedales anclados en el dream, el grunge y/o shoegaze. Fue divertido verlos implosionar a todos juntos. De hecho, el sonido del pedal de Dan Richardson expresaba psicodelia por sí mismo transformando el sonido del conjunto en un vergel de estilos y sensaciones. Escuchamos clásicos incluidos en su debut de 2021. La homónima “Have it your way” y “Do it again” arrancaron los gritos y la interacción del público. Un público compacto en la primera y en la última fila de la multitud. Un público que se sabía las canciones, saltaba y sentía con desdén como lo hacen en los bolos hardcore. Insisto en que esta banda reúne cualidades de muchos géneros bastardos del rock, el funk, incluso el jazz.

El sonido de la sala se revelaba contra los ingleses si lo escuchabas en la distancia pero en el tumulto de la pista de baile los contra compases y las sincopas en el ritmo se recibían con todo detalle. Saul Kane se enraizó en el público desde el minuto cero. Los saltos y expresión corporal de Ezra Glennon pintaron bien las fotografías y la escena. El baterista Louis Bullock colocó cada beat en su lugar y rompió la línea rítmica constantemente generando sensaciones de alta calidad en las estructuras de cada pieza.

Los momentos oscuros de distorsión de la recta final del bolo en “Drive my mind” colapsaron las expectativas de la noche en los interludios. Completaron la propuesta avant garde del rock con la interpretación de su ultimo sencillo “Dance you sell” cambiando el registro y evocando la sensación placentera de dar botes y corear los estribillos con el buen rollo tatuado en la frente. Bien pensado.

Una edición más Bilboloop enriquece la propuesta cultural de la ciudad con un sello musical ecléctico, cualitativo y contemporáneo. Queremos saber más.

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