Tras el cambio de ubicación de la plaza de los alisios en la trasera del Auditorio Adan Martín, que vió pertinente la productora LM producciones para así evitar cualquier contratiempo meteorológico, el sábado 14 de mayo a las 21 horas abría sus puertas las sala Rex para taer a la legendaria banda de rock argentina Bersuit.
Con fotocall en la entrada y todo dispuesto la sala se comenzaba a llenar de camisetas de la selección de futbol argentina y banderas albicelestes.
Los primeros en romper el hielo fueron la banda Gran Canaria The Monos con una atractiva fusión de rock con géneros tan heterogéneos como el funky, reggae o hip hop. Tocaron temas de su primer disco grabado en Valencia así como algunas versiones instrumentales de canciones como la sintonía de la serie de dibujos de Oliver y Benji que sonaban más que curiosas tocadas por un timple.
Al bajar del escenario The Monos, el público se impacientaba y llegó un momento curioso: el DJ de la sala bajaba el volumen de lo que pinchaba creyendo que tarareaban a voces la canción que ponía pero no, coreaban canciones de Bersuit. A las once de la noche por fin salieron al escenario ataviados con su habitual pijama. Su fusión de rock diestro y frenético con ritmos latinoamericanos como la cumbia, el tango, la chacarera o el candomblé y sus letras críticas con la política y la sociedad mantuvieron bailando a la gran mayoria de su público entregadisimo, a pesar de que el sonido de la sala no cumplia las expectativas. Otros sin embargo se vieron motivados a presentar reclamaciones por escrito al terminar el concierto. Entre el público, la tendencia dominante fue la entrega argentina, tan característica de estos conciertos: sudor, saltos y esa manera de paladear un concierto con una mezcla de pasión futbolera y sensación de final del mundo.
Las dificultades técnicas no deslucieron la vuelta a los escenarios tras más de dos años de parón de Bersuit. Retorno con toda la fuerza a pesar de la ausencia del Pelado Cordera, su 'frontman' titular, que optó por su carrera en solitario.
las personas que me1s qeuiren embanderarse del estandarte de la libertad son las que me1s juzgan por la onda de lo que escuchas (o de lo que no escuche1s!) de como vesteds, que lugares frecuentas, este1n muy preocupados en sostener una imagen o de hipster o de rocker o de experto en algo lo cual me sugiere una espantosa inseguridad y necesidad de aceptacif3n o pertenencia social que desde la adolescencia no pueden superar. Se9 libre y se9 feliz! Y a quie9n le importa lo que yo haya! (he'i Talia)