The Ting Tings y Love of Lesbian desatan pasiones en la sexta edición de un más que consolidado B Side Festival que congregó a miles de personas en torno al indie pop más electrónico y bailable. Y eso que los encargados de abrir el concierto eran los equilibrados L.A. de Luis Albert Segura que sin alardes y con eficacia presentaron su reciente “Heavenly Hell”. Sus melodías agridulces en inglés fueron ganando enteros con el paso de los minutos, les costó entrar el calor y cuando mejor estaban con cortes como “Perfect combination” les sonó la bocina. Instantes antes se permitieron el lujo de revisitar el “Wicked Game” de Chris Isaak. Más tarde llegó el turno de los intrusos de la muestra, unos Heavy Trash que salieron airosos del exceso de nihilismo gracias a su actitud histrionica. Con pocas luces y un pobre sonido, Jon Spencer y su compinche Matt Verta-Ray rockearon con furia pendenciera. Una visita, fruto de su tercera obra “Midnight Soul Serenade”, que fue tan fulgurante como efímera. Mejor en sala que al aire libre. El momento álgido de la noche llegaba con los esperados Love of Lesbian. Conocedores de su potencial, Balmes & Cía supieron dar al público lo que requería en cada momento. Sin abusar de “1999”, acertaron con un repertorio en el que de nuevo canciones redondas como “Club de Fans de John Boy” enloquecieron a una masa expectante y generosa para con los catalanes. Su pop elegante y minimalista con gran presencia escénica propició sinuosas atmósferas que se celebraron en forma de contoneos por las desatadas filas cercanas al escenario. No faltaron los disfraces ni la divertida coreografía final con el playback de “Algunas plantas” que terminó por convencer a los pocos escépticos que quedaban tras su arrolladora y entretenida actuación. No parecen tener techo. Tras el éxtasis lésbico de los barceloneses, Katie White y Jules de Martino lo tenían todo a favor para ganarse a un público entregado y ansioso de ritmos bailables. Y eso precisamente es lo que le dieron los británicos The Ting Tings. En su premiere española de presentación de “Kunst” tras el exitoso debut que gozaron con “We started Nothing”, el divertido dúo de electro pop eligió inicialmente disparos certeros como “We walk”, “Great DJ” o “That´s not my name” y todo ello, con la compañía de cuatro vientos femeninos y extras que dieron mayor teatralidad a un show que se reinventa y en el que no hay lugar para la distracción o aburrimiento. Katie se lleva todos los flashes gracias a su sensualidad y elegancia mientras que Jules marca el tempo con veteranía desde la batería. Los efluvios guitarreros y continuos cambios de lugar en el escenario dieron dinamismo a una apuesta que ha ganado enteros con el nuevo trabajo y que ha sabido dar un paso hacia delante y no quedarse anclada en los éxitos pretéritos. Consiguieron que todo el festival saltara y bailara sin recelos gracias a su milimétrico desparpajo. Como fin de fiesta, los ya habituales We Are Standard que pese a estar inmersos en la presentación de su segundo disco homónimo ultiman “The Golden League”, un proyecto que contiene nueve temas de la banda remezclados por ilustres como Arthur Baker. En el B Side pusieron la guinda con canciones altamente bailables bajo la cadencia de la doble batería y de los ritmos de Deu Txakartegi. Los de Getxo juegan con ventaja a altas horas de la madrugada y saben como embelesar a los supervivientes. Les hicieron danzar hasta la extenuación al igual que los Dj´s que amenizaron los cortos y precisos cambios de backline. DelGalloBlues DJ se llevó el mayor número de reconocimientos en un festival cómodo, serio y puntual.
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