No habrá más conciertos de Ayax y Prok hasta 2021. Desde que lo anunciaron hace unos meses las entradas para sus conciertos fueron uno de los bienes más deseados de la escena rap nacional. Todos querían despedir a Ayax y Prok. Y ellos también querían despedirse de su público, así que organizaron un concierto para ello en Madrid, en la madrileña Plaza de Las Ventas, y fue el éxito que se esperaba.
Y habrá quien piense que lo hicieron para asegurarse un buen equilibrio económico en su 2020 sin conciertos. Nada de eso, ya que el dinero recaudado, más de 36.000 euros, será donado a la Fundación Encontro para la creación de escuelas en Mozambique. Una muestra más del carácter solidario de los gemelos de Albayzin, que vendieron las 3.000 entradas del Invernadero en 48 horas y decidieron hacer otra fecha, y ocurrió lo mismo. Y así el doble de personas, con el doble de recaudación, dieron su "hasta luego" a los hermanos granaínos con este concierto benéfico. Porque ya lo explicó Ayax nada más comenzar: "No necesitamos el dinero. Mi madre ya tiene un techo y ahora ya podemos ayudar".
Y, dejando ya las cifras, musicalmente el concierto no defraudó y fue lo que se preveía; un derroche de energía y sentimiento constante, con dos MCs entregados en cuerpo y alma a un público que les respondió con el mismo cariño y aprecio desde la primera canción. En un evento que duró más de dos horas y que comenzó con canciones como Me quieren echar, perteneciente al disco de Ayax, y Cuaderno de bitácora, uno de sus últimos temas publicados en conjunto. Y donde ya se pudo ver lo que iba a ser el concierto: rap hardcore, con dos hermanos dejándose la voz y la piel repasando todo su repertorio musical.
Un repertorio en el que se oyeron éxitos en conjunto como Fresas con nata, La flauta de Hamelín o Polizzia, una de sus canciones más aclamadas y por la que recordemos fueron denunciados hace unos años. Pero ellos no tienen miedo, "nadie nos va a decir nunca que tenemos que pensar o cantar", y la expusieron junto a otras de sus discos en solitario, con especial mención para la sentida Salvatore Maranzano de Prok y los momentos de poesía e improvisación de Ayax.
Y así transcurría un concierto muy sentido, hecho con el corazón, en el que además se vieron acompañados de amigos como Ergo Pro, Garolo, Dollar Semouni, J Dose (hacia quien Ayax dirigió unas bonitas palabras ya que asegura que debería tener mucha más repercusión) y Foyone (cuyo disco Presidente que se publicará en enero amenaza con desestabilizar el sistema establecido). Amén de Fernando Costa, quien no pudo estar el sábado pero sí el jueves apoyando a sus gemelos.
Y canción tras canción Ayax y Prok iban atisbando el momento de su inevitable despedida. Y el público también, cantando entusiasmado cada track, exceptuando L´enfant terrible, tema inédito que presentarán el próximo año. Porque aunque dejen los conciertos, no dejarán de crear música. "No abandonaremos a nuestra gente" dijeron, ya que esto sólo es un descanso para volver con más fuerza el año que viene. Todo eso antes de tirarse al público como los viejos rockeros. Y es que estos dos gemelos no sólo son rap; mantienen el espíritu inconformista y reivindicativo del punk, y así una bandera republicana estuvo presidiendo la mesa durante el concierto y lo expresaron musicalmente con otro de sus grandes temas: "A palabras nazis oídos rojos".
Pero el gran éxtasis del concierto llego ya casi al final, con las dos últimas canciones del evento, Reproches y Wanted. La primera es sin duda la mejor canción que han hecho los dos hermanos hasta la fecha, con un ritmo hipnótico y sugestivo que puso a bailar a todos los asistentes en Madrid. Aún resonará en la cabeza de muchos de ellos. Y la segunda fue el desahogo final, una canción dura y potente, al estilo del rap más hardcore, para que nadie se quedase con ganas de saltar y divertirse. Fueron las dos últimas canciones que cantarán en un escenario Ayax y Prok hasta dentro de más de un año.
Y con ello, con un directo que desborda fuerza y pasión, uno de los grupos con más futuro del rap español se ganó la ovación del entregado público del Invernadero de Las Ventas. Un espacio muy bien acondicionado para conciertos, "una pena que esta plaza también se use para asesinar animales" como denunciaron. Y que fue el lugar elegido para su despedida en una emotiva y notable noche de rap, tras la cual sólo nos queda desearles buena suerte.
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