El rap, en buenas manos con Ayax

Decía el pasado mes Kase.O en su concierto despedida que dejaba “el rap en buenas manos con raperos como Ayax y Prok”. Gustos musicales aparte, lo cierto es que la pasión que desprenden los gemelos granadinos por el hiphop no se ve en todos los grupos de rap de hoy. Porque Ayax y Prok (en este caso solo Ayax) es uno de esos grupos (en este caso cantante) que multiplican el valor de su propuesta cuándo se suben a un escenario. Su secreto, una energía incombustible y un cuidado milimétrico de cada detalle del concierto.

Ayax se presentaba en Madrid con el hándicap de haber tenido que posponer su concierto un mes antes por problemas de salud, pero eso no supuso ningún problema para los más de 6.000 asistentes a Vistalegre. Desde la primera canción, “Gladiadores”, hasta la última, “Zinedine”, el público se mantuvo totalmente conectado con un cantante cuyo arte trasciende más allá de la música. Sus ultimas interpretaciones en el cine (especialmente brillante la de la película “Rainbow”) han agigantado la figura de un artista también enamorado de otras artes como la poesía y el teatro.

Así lo demostró incorporando al concierto lo que él llamó “el primer teatro-rap de la historia”; una suerte de performance en la que el cantante se fusionó con el escenario para interpretar canciones como “La Góndola”. Igual que sucedió con la salida al escenario del Coro Marand Musical y los cantaores Carlos Canela y José Del Curro, quienes le dieron al espectáculo de Ayax un sabor totalmente distinto a un clásico concierto de rap. Porque en la música de Ayax el sentimiento y la pasión son tan importantes como el micro y la mesa del Dj.

Un dj, Blasfem, que acompañó a Ayax durante todo el evento. Y de cuyos platos salieron otras canciones como “El León”, “Bukowski”, “Guajiro”, “Infant terrible” o “La mili” con las que Ayax demostró estar en plena forma musicalmente. No faltaron tampoco “Otoño”, “la canción que más le gusta a mi madre”, o “Polizzia”, aquella con la que ya tuvieron problemas legales en su momento. Ni por supuesto “Reproches”, seguramente la mejor canción que han hecho hasta la fecha los hermanos y que tuvo un espacio privilegiado casi al final del concierto.

En cuanto a colaboraciones, pudimos ver por Vistalegre la prodigiosa voz de J Dose en “Al toque” y en “Ese cosquilleo”, a Fernando Costa, a su hermano Prok (al quien convirtió en co-protagonista del final de su concierto) y a Foyone. Juntos interpretaron al final del show “Total 90”, una canción que desprende hiphop por los cuatro costados y que, quién sabe, puede algún día suponer el nacimiento de un nuevo supergrupo en el rap nacional.

Entre canción y canción, hubo momentos emotivos donde Ayax incluso lloró, otros en los que pidió perdón (por aquellos incidentes en un aeropuerto), muchas frases a favor del rap (y en contra del trap incluso), alguna reivindicación política y, sobre todo, mucha conexión personal entre el cantante y el público. Ayax mostró su lado más humano durante todo el espectáculo y demostró ser un artista con una sensibilidad especial. A veces puede resultar demasiado intenso, sí, pero es parte de su energía. Y su desgarrada voz y su personalidad encajarían a la perfección con la de un grupo de punk, pero Ayax tiene claro que su sitio está en el hiphop. Y si el cine no lo impide, es difícil calcular donde estará su techo. Quizá lo descubramos con el próximo disco que los gemelos tienen anunciado para 2023. Lo que es seguro es que el rap necesita embajadores como él.