El pasado 6 de abril, Austra inauguró el ciclo de conciertos Voces Femeninas de SON Estrella Galicia. La formación de electropop liderada por Katie Stelmanis asaltó el Teatro Barceló para presentar su (genial) tercer trabajo, Future Politics (Domino, 2017), con el que han logrado pasar de la categoría de “grupo en desarrollo” a ganarse un nombre propio en el panorama musical actual.
Para ir abriendo boca, PIXX se subían al escenario con una estética futurística similar a la que predecían las películas de ciencia ficción de los ochenta. Hanna Rogers, voz y frontwoman de la banda, lucía una cabellera rubia y peto rosa brillante ajustado por la cintura por una cadena que daba un toque glam a juego con la purpurina que cubría la comisura de los ojos del resto de los integrantes. “Parecen Jem y los Hologramas”, comentaba alguien del público. Los ingleses aprovecharon sus 25 minutos sobre el escenario para demostrar el contundente pop electrónico que les define, presumir del vozarrón de Rogers y presentar en directo I Bow Down, primer adelanto del que será su primer LP y que verá la luz este junio. Por su parte, el fantástico juego de luces que iba acorde con cada golpe de batería y encajaba a la perfección con las melodías crearon un ambiente de club futurista perfecto como prólogo para acoger la música de Austra.
Un sonido de arpa abrió el concierto e introdujo We Were Alive, siguiendo con el orden establecido por el álbum que motivaba su presencia en la capital. Stelmanis, vestida con una túnica roja, no tardó en mostrar el gran triunfo de la noche: su portentosa voz, capaz de dejar boquiabiertos a gran parte del público en temas como I´m A Monster. Tampoco tardó la banda en poner patas arriba a la sala a través de una fórmula sencilla: tocar en la segunda y tercera canción del show los hits del álbum. O lo que es lo mismo, tocar Future Politics y Utopía seguidas y sin apenas llevar 6 minutos de concierto. Lo que para algunos fue destripar la sorpresa demasiado rápido, para la trama del concierto significó meterse al público en el bolsillo y ponerlo a bailar desde los primeros instantes de la noche. Por si fuera poco, uno de los teclistas intercalaba su función al instrumento con coreografías propias de un gogó absorbido por el espíritu de Locomía. Por supuesto, parte del respetable no tardó en imitarle y adorarle.
Pero sí como decíamos la voz de Stelmanis fue el gran triunfo de la noche, las melodías fueron las que mancharon la plenitud total del concierto por su falta de fuerza llegando incluso a ser apenas percibidas en temas como I Love You More Than You Love Yourself, donde el épico crescendo dance que escuchamos en el disco quedó tapado por el elevado ruido de la batería y las bases, deteriorando así uno de los mejores temas del álbum, para un servidor el himno del LP, y provocando cierta decepción.
No obstante, esta carencia provocada por el elevado protagonismo de las bases se convirtió en un punto a favor en la recta final del concierto, donde tuvieron cabida los hits de discos pasados como Home, la épica Lose It o The Villian y que fueron interpretadas acompañadas de unas fuertes bases houseras hasta el punto de alcanzar un trallote que evocaba a la atmósfera de las sesiones de música dance y remember de los años 90 y principio de los 2000. Esto terminó por poner al público en efervescencia, un arma de doble filo si luego no mantienes esta adrenalina en los bises, que fue precisamente lo que pasó. Habitat, Painful Like y Hurt Me Now no consiguieron mantener el ritmo de la traca final antes del parón y provocaron cierto bajón pero sin llegar a condicionar la imagen general del concierto. Solo había que atender a las caras de satisfacción a la salida para certificar que Austra están en el mejor momento de su carrera.
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