El monstruo desnudo

“We’ll figure it out, but if we don’t? And the world keeps turning anyways”. El 23 de junio de 2020 Katie Stelmanis se desplazó al maravilloso Roy Thomson Hall –en Toronto, Ontario, Canadá– para sentarse sola ante un majestuoso piano y grabar su concierto más íntimo y desnudo hasta la fecha. Por ese escenario han pasado figuras de la talla de Diana Ross, Aretha Franklin o James Taylor. Aún así, la voz de Austra posee la suficiente brillantez y fuerza como para no quedarse pequeña ante semejantes monstruos. Este jueves 29 de abril de 2021 pudimos ver el espectáculo completo en streaming como cierre a lo que “HiRUDiN”, su último álbum lanzado en plena pandemia, supuso para ella. Abrió con “Anyways”, como no podía ser de otra forma, y nos dejó con muchas ganas de sentir su talento y calidez de cerca.

Fue una propuesta breve, minimalista, de apenas treinta y tres minutos, ordenada y sin conversaciones algunas. Solo ella y su piano para recuperar algunos de sus temas más icónicos y llevarlos a un nuevo lugar. Vestida de blanco, y bajo la dirección de Stephen McGrath, dejó los sintes a un lado y atravesó grandes temas de su carrera como “Home” (perteneciente a su disco “Olympia” de 2015) o ese cierre con “I Love You More Than You Love Yourself” de su aplaudido “Future Politics”. Un tema que siendo sinceros seguimos prefiriendo en su versión original para levantarnos, bailar y ser más libres. Entre lo mejor de esta propuesta, que ha recogido bajo el nombre de “I Feel You Everywhere”, nos encontramos con una potente “Lose It” (tema sacado de su primer álbum) cuyos vocals finales crecen hasta el infinito en esta versión más acústica. O, por ejemplo, una maravillosa y redonda “Risk It” que soporta cualquier formato. De lo mejor de “HiRUDiN”, sin lugar a duda.

Para abrazar sus propias canciones, y hacer esta cita aún más especial, Katie decidió realizar también dos covers que fueron bastante aplaudidas por los asistentes al espectáculo online. Por un lado, una “Anything” de TOPS que conservó toda la oscuridad del tema original. Y, por el otro, “Mirrored Heart” de FKA Twigs, perteneciente a esa obra maestra que es “Magdalene”, en el que la voz de Austra no perdió brillantez siendo igual de especial y mágica que la original. No es la primera vez que Katie se sienta frente a un piano para sacar su lado más acústico y reforzar su talento vocal. En 2011 participó en una de las sesiones de Paper Bag Records y la verdad que es un gusto ver el talento que sigue desprendiendo esta artista aún dejando a un lado el estupendo trabajo electrónico que hay tras sus canciones. La pena es que esta vez el sonido grabado del piano estaba demasiado elevado, a veces se saturaba y no terminábamos de escuchar bien las piezas. Eso se unió además a alguna caída de la retransmisión y la corta duración hace que acabes un poco frustrado con la idea de los conciertos virtuales. Eso sí, la voz de Katie sonó impecable durante toda la propuesta.

Conciertos como este refuerzan aún más las ganas de volver a sentarnos en las butacas con total tranquilidad. De no dejar de nuevo esos enormes huecos de silencio sin aplausos entre canción y canción. De volver a sentir el espectáculo en nuestra piel y emocionarnos. Y es que ojalá haber podido vivir esta cita en el Roy Thomson Hall en primera persona y conectar un poquito más con la propuesta. Escuchar a Austra siempre es un verdadero placer, su lista de conciertos vuelve para finales de este año, y estamos seguros de que muy pronto podremos bailar en uno de ellos sin una fría pantalla de por medio.