Abrió el concierto el hispano argentino elegante y dandy con el blues rock “Una semana encerrado”, pistoletazo de inicio de su última rodaja “La Manada”. Un medio tiempo con riffs de blues afilados y letra en primera persona. Y ya desde ese primer momento nos confirmo lo que algunos pensamos, que su puesta en escena mejora sus preciosistas producciones donde las guitarras aparecen siempre tímidas sin llegar a morder como lo hacen en directo.
Acompañado por una solvente y veterana banda con potente base rítmica a cargo de Tony Jurado a las baquetas y Candy Caramelo a las cuatro cuerdas, ambos músicos haciéndose cargo de los omnipresentes coros, y Mauro Mietta teclista con imagen y sonido reminiscente de los Faces a saber pianos rock & roll y mantos de órganos setenteros en los mejores momentos.
Como experimentado músico que es descargó en la primera parte canciones de su nueva rodaja con paradas como “Se me hizo tarde muy pronto” un medio tiempo stoniano y canalla con una pizquita de rock & roll a la que le faltó un poco de gas. Y es que el actual Rot suele preferir las cosas más refinadas que rápidas.
El single “Solamente adiós” sonó nostálgica y confesional (“Alguien te nombró y eso me hizo mal”) y se elevó con guitarras mas afiladas que el original donde predomina el piano. A esta le siguió “Broder” carta abierta a Julian Infante, su compañero de fatigas en Tequila y más tarde Los Rodriguez, que relata cachondas vivencias y el posterior distanciamiento de los dos amigos. La memoria en Rot tiene cierto punto de amargura.
La primera parada en su repertorio clásico fue “Hoja de Ruta” mucha más rockera que la actual versión de Ariel Rot. Buena prueba es que este tema subió el bolo con agresividad y fiereza. Le siguieron el medio tiempo circense y reflexivo de “El mundo de ayer”, antes de la versión más latina y canalla de Rot con “Dos de Corazones” que swingeo con su preciosa Gretsch 6121 punteando como Marc Ribot en “Jockey Full of Bourbon”. Con “Adios Carnaval” volvió a su versión más melódica. “Lo siento Frank” dedicada al retorno de OT y su mal gusto fue ejecutada en clave swing-a-billy emulando a Setzer en intrincadas escalas y punteos.
“En el Borde de la Orilla” suena con reminiscencias de su gran maestro Moris. No pareció casual que de hecho enlazara con “Bruma en la Castellana” en un retrato costumbrista de la gran ciudad del pionero argentino. “Espero que me disculpen” es el típico rock & roll marca de la casa, letra vacilona, guitarras rápidas y coros onomatopéyicos que no puede faltar en ninguno de sus discos o en directo.
La cima de la velada se vivió con “Vicios Caros” de su debut, con guitarras esplendidas y ardientes sobre mantos de teclado de gran gusto.
El medley de Tequila empezó a ritmo lento de blues con una poco reconocible versión del “Rock & Roll en la Plaza del Pueblo” para saltar al rock and roll más salvaje y nunca mejor dicho “tequilero” con “Necesito un Trago”, “El Ahorcado” de los hermanos Makaroff y el “Mister Jones” de Charly Garcia. Seguida para terminar la primera parte del concierto con el rodrigueziano “Me estas atrapando otra vez” con la guitarra de Ariel echando fuego de nuevo.
El bis arranca con “La Milonga del Marinero y el Capitán” iniciada en solitario por la guitarra de Rot y enlazada vacilonamente con “Baile de ilusiones”. Un segundo bis ganado por el público, o puede que no, cierra el concierto con la coreada “Mucho Mejor” y la entrada del legendario Xuxo Umore a escena.
Curioso que las dos últimas visitas a la ciudad de Ariel Rot fueran en sendos locales de pequeño aforo, con el músico en solitario solo acompañado de su teclado y guitarras y ayer jueves de noviembre, día de partido, llenará el Kafe Antzokia en un concierto muy disfrutado por el público. Pero como negarse al encanto del repertorio de Tequila, Rodriguez y Rot en solitario ejecutado con pasión por semejante banda. Solo su maestría a las seis cuerdas ya merece la pena.
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