Escuchando en casa el nuevo trabajo de Architechture In Helsinki podríamos llegar a pensar que los australianos se han perdido, se nos han escapado de las manos. Los AIH que emocionaban, los que hacían saltar, los de sudar la camiseta ya no están ahí, o los tienen bien escondidos. Sus nuevas canciones suenan menos serias que cuando lo serio era lo último que les importaba, cuando era el todo por la diversión. En Moment Bends han limado parte de las asperezas que les caracterizaban y hay gran expectación en ver cómo ha afectado a la banda en directo. Y el cambio es el que esperábamos, semi uniformados y con tres teclados que actúan como una gran licuadora de sonido. Melodías limpias, solos horteras de guitarra, un feedback infinito un feeling de banda sonora ochentera. La onda ya no es ajena porque ya muchos grupos, escuela Summer Camp y Beach House, andan practicándolo un tiempo, llamémoslo: música de sintetizadores para ascensores o tiendas de ropa. Pero no nos engañemos, en este caso las canciones también divierten y entretienen. Aunque por el camino hayan suicidado versiones como 'In Case We Die', la sala salta y canta los antiguos temas en un miércoles noche contagiado por las coreografías de VHS de fitness y el derroche de simpatía. Como Tom Hanks en 'Big' parecen querer decirnos que, aunque tengan forma de hombre y vistan como tal, el niño que tanto nos gustaba aún está ahí. Esperando para saltar.
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